¿Amores virtuales? ¿Amores reales?

Con nuestros ratones viajamos, moviendo el puntero, por páginas, perfiles como laberintos.

Buscando algo o alguien como si estuviéramos hipnotizados.
Nosotros chateamos unos con otros, compartimos nuestras penas, nuestras alegrías.

Formamos pequeños grupos y luchamos contra quienes nos tratan mal, contra la monotonía, contra la soledad, el desamor.
Esperamos por alguien que escriba nuestros nombres.
Queremos reconocimiento y ofrecemos lo mismo.
Damos besos y abrazos, enviamos comentarios, tarjetas, mensajes y en ocasiones coqueteamos.
A veces revelamos aquello que nos duele o nos hace feliz.
Nosotros formamos algunas amistades, sobre algo intangible, sobre algo que no se puede tocar...

¿por qué?...

No lo sabemos.

O quizá solo queremos ser sembradores de flores, sin importar si algunas de esas flores que sembramos se marchitan, otras florecen y crecen y alguna vez, quizá, la podremos tocar... la flor de la amistad





Tal vez un gran amor sale de aquí, se convierte en algo verdadero, tangible. Porque en las pantallas podemos ser grandes, diciendo nuestros secretos que nunca han sido revelados. ¿Por qué compartimos nuestros pensamientos con aquellos que no nos ven y piensan que somos reales?

La respuesta es tan clara y sencilla como el cristal. Todos necesitamos a alguien para contarle nuestros problemas.
Porque a veces no podemos decírselo a la gente real porque las verdades a veces duelen, pero a alguien se lo debemos contar. Y corremos a la PC, donde están aquellos en los que confiamos, los mismos "reales" de esta irrealidad, que nos aceptan así tan locos, problemáticos, suceptibles, neuróticos, románticos o lo que seamos... que eso no importa.

Y sin dudarlo algunos de estos personajes, siempre esta ahí para escuchar.
Por eso a ti que navegas en mi misma locura, quiero decirte:
¡Gracias por estar ahí!. Por darme un poquito de tiempo.