Y vuelvas a sonreir de esta manera... cromático
lo veo medio gris y me da miedo.
Vení, con tu paleta de creer, con tu acuarela de abrazar
a desafiar mi desazón
que estoy tan sola
malgastando las monedas
que me que quedan de vivir.
No sé si el cigarrillo que fumé fue una blasfemia
o si pequé por la soberbia de querer ser yo.
Pero vení
traé tu óleo de perdón
y apaciguame este dolor
de no poder.
Que estoy sentada en el umbral
con mi pincel, de norte a sur.
LLAMÁNDOTE.
Veo veo... un alma colorida, un alma dolorida... un alma enamorada.
ResponderEliminarTuvo un accidente callejero, cayó de bruces, tiene cortes en la cara y en la cabeza, cuello ortopédico...Y el mar es ancho y ajeno
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