domingo, 30 de diciembre de 2012


Lisboa antigua
             Los balcones mecían la ropa colgada.
Cándidos pañales, sábanas lujuriosas, manteles golosos, redimidos corpiños, calzones gigantescos, pantalones que guardaban secretos, vestidos acariciantes, calzoncillos lastimeros, trusas insoportables, laboriosas camisas y medias de siete leguas.
El viento del mar los hamacaba, los enredaba, concertaba citas, consagraba matrimonios. Un enjambre de sedas y percales disfrutaban la orgía de ese día de sol, arcoirisando la mañana con su holgorio de colores chillones o desteñidos, de penas a medio lavar, de aguas mutiladas.
-         Agua que no has de beber –gritaban las mujeres de la vereda impar.
-         Déjala correr –respondían a coro las de la vereda par, montando una doméstica opereta de jabón en barra, pastillas de azul y gotas de cloro.
Ni el Mercado Común, ni los euros, ni el Banco de París, ni la globalización podrán acallar nunca la sensual melodía de la ropa lavada: sutil filigrana que se escapa de la imaginación feudal del medioevo.

Foto: Lisboa antigua
             Los balcones mecían la ropa colgada.
Cándidos pañales, sábanas lujuriosas, manteles golosos, redimidos corpiños, calzones gigantescos, pantalones que guardaban secretos, vestidos acariciantes, calzoncillos lastimeros, trusas insoportables, laboriosas camisas y medias de siete leguas.
El viento del mar los hamacaba, los enredaba, concertaba citas, consagraba matrimonios. Un enjambre de sedas y percales disfrutaban la orgía de ese día de sol, arcoirisando la mañana con su holgorio de colores chillones o desteñidos, de penas a medio lavar, de aguas mutiladas.
- Agua que no has de beber –gritaban las mujeres de la vereda impar.
- Déjala correr –respondían a coro las de la vereda par, montando una doméstica opereta de jabón en barra, pastillas de azul y gotas de cloro.
Ni el Mercado Común, ni los euros, ni el Banco de París, ni la globalización podrán acallar nunca la sensual melodía de la ropa lavada: sutil filigrana que se escapa de la imaginación feudal del medioevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenida. Te deseo mucha suerte.