viernes, 30 de noviembre de 2012

palabras cruzadas


PALABRAS CRUZADAS

-Muchas veces le deseé la muerte.
-Eso es pecado mortal.
-Y bué, de algo hay que morirse.

jueves, 29 de noviembre de 2012

antología de café


BURBUJA

Calidez y deleite:
ver el paisaje humano
detrás de los vidrios de un viejo café.
Del otro lado, el mundo
se desangra, se insulta, se acelera.
Yo me refugio en la burbuja,
sin tiempo y sin lugar,
envuelta en vahos y sabores.
Esa tinta espumosa
recorre los meandros de mi sangre
y vuelve en soliloquios
que danzan sobre el papel
Las horas no deambulan
cuando escribo en la mesa.
Solo mi loca pluma se desliza
y mis ojos otean los caireles
hasta encontrar esa palabra
 
que se niega, que se esconde,
y que al final me toma por asalto
en un suspiro de placer.

EL CAFÉ DE UNA ESQUINA CUALQUIERA

Refugio que convoca
para avivar una luz verde
 
y escaparse del vértigo.
En su taller improvisado nacen
los primeros colores.
Allí van las musas
a coquetear con los poetas.
Y desde el fondo del pocillo,
un tango duende nos silba amaneceres.
Allí volvemos a sonreír
a quemarropa,
y retomamos la intimidad de los susurros
en cada confesión.
 Antes
colgamos la rutina en el asfalto
para salir a escena sin disfraz.
Entre el aroma del café y el cigarrillo
la ciudad se confunde con su gente.
Se humaniza. Llora su desamparo.
Inventa un psicoanálisis.
Y nos pide un minuto de silencio.                                           
Foto: EL CAFÉ DE UNA ESQUINA CUALQUIERA

Él está siempre a mano
para encender una luz verde a la locura
y escaparse del vértigo.
En su taller improvisado es donde nacen
los primeros colores.
Allí van las musas
a coquetear con los poetas.
Y desde el fondo del pocillo
un tango duende nos silba madrugadas.
Allí volvemos a sonreír
a quemarropa
y retomamos la intimidad de los susurros
en esas confesiones sin retoque.
Antes de entrar
colgamos la rutina en el cordón
para salir a escena sin disfraz.
Entre el aroma del café y el cigarrillo
la ciudad se confunde con su gente.
Se humaniza. Llora su desamparo.
Inventa un psicoanálisis.
Y nos pide un minuto de silencio.
©Olga Liliana Reinoso

ORÁCULO

Miro la borra de café
y te miro.
Solo agoreras formas del adiós hay en tus ojos.
Las palabras sollozan silenciosas
en la mesa de al lado.
Yo sigo viendo el oráculo de ébano.

Vos te sacás la alianza,
pagás a la camarera
y te perdés en el Leteo de la calle.
Yo pido otra taza espumosa
 
de veneno.
Sin azúcar.

Es tan grande el dolor
que ni siquiera el vino 
puede apagar la sed de llanto.
Es que el dolor no es sólo una maldita palabra:
es soledad, escarnio, estigma, es el fracaso.
Haber fracasado en lo más importante.
Y que no te comprendan
que te juzguen
que no se cumpla ni uno de tus sueños
que el edificio se desmorone
sobre tu cabeza
inútil indefensa.
Dolor es la palabra intraducible
sin acepciones ni connotaciónFoto: Es tan grande el dolor
que ni siquiera el vino 
puede apagar la sed de llanto.
Es que el dolor no es sólo una maldita palabra:
es soledad, escarnio, estigma, es el fracaso.
Haber fracasado en lo más importante.
Y que no te comprendan
que te juzguen
que no se cumpla ni uno de tus sueños
que el edificio se desmorone
sobre tu cabeza
inútil indefensa.
Dolor es la palabra intraducible
sin acepciones ni connotación
es la  impiedad
el alma en carne viva
los huecos en los ojos
el grito sin la boca
el vejamen en lugar del sexo
 el hierro candente embarazando el vientre.
Y un aborto hecho a mano
a dentelladas, a mordiscos
es el viento soplando a mil km por hora
entre las venas
desgajándote entera.
es la impiedad
el alma en carne viva
los huecos en los ojos
el grito sin la boca
el vejamen en lugar del sexo
el hierro candente embarazando el vientre.
Y un aborto hecho a mano
a dentelladas, a mordiscos
es el viento soplando a mil km por hora
entre las venas
desgajándote entera.
Foto: ALTERIDAD
 En esta alteridad 
que me descubro
porque me duele tu dolor
y se me ensancha el alma,
salgo de mí
del encierro egoísta
del culto a mi ombligo
del espejo unitario.
Salgo de mí 
a recorrer tu noche
caminar las veredas más oscuras
palpar los muros
acariciar tus árboles maltrechos
y rescatar del suelo esa flor roja.
Te dejo una esquela en el buzón
y te obsequio un poema.
Los dioses post modernos
los adoradores del individualismo
los necios, los omnipotentes
desconocen el placer genuino
de brindar la mano.
Entonces el espejo
se multiplica y canta
y uno se vuelve fronda
donde anidan los pájaros.
Es cierto:
Estamos condenados a la soledad
pero uno siempre puede hacer algo.

©Olga Liliana ReinosoALTERIDAD
En esta alteridad 
que me descubro
porque me duele tu dolor
y se me ensancha el alma,
salgo de mí
del encierro egoísta
del culto a mi ombligo
del espejo unitario.
Salgo de mí
a recorrer tu noche
caminar las veredas más oscuras
palpar los muros
acariciar tus árboles maltrechos
y rescatar del suelo esa flor roja.
Te dejo una esquela en el buzón
y te obsequio un poema.
Los dioses post modernos
los adoradores del individualismo
los necios, los omnipotentes
desconocen el placer genuino
de brindar la mano.
Entonces el espejo
se multiplica y canta
y uno se vuelve fronda
donde anidan los pájaros.
Es cierto:
Estamos condenados a la soledad
pero uno siempre puede hacer algo.

©Olga Liliana Reinoso

Agónica vigilia
terribles los insomnios
un aquelarre el cerebro
un huracán el corazón.
Por eso huye
por las puertas luminosas
de la palabra
y del papel que como un cántaro
cobija solidario
los quintales de penas.
Siempre batalla,
es la amazona bravía
que pone el cuerpo
a este dolor unánime.
Algo le susurra
-un ángel o un demonio-
que nunca retroceda
que se ría
que llore a carcajadas
que al fin eso es vivir.Foto: Agónica vigilia
terribles los insomnios
un aquelarre el cerebro
un huracán el corazón.
Por eso huye
por las puertas luminosas
de la palabra 
y del papel que como un cántaro
cobija solidario
los quintales de penas.
Siempre batalla,
es la amazona bravía
que pone el cuerpo
a este dolor unánime.
Algo le susurra
-un ángel o un demonio-
que nunca retroceda
que se ría
que llore a carcajadas
que al fin eso es vivir.

ASONANCIAS


qué ironía che poesía

Ya no puedo escribir un poema
sin el pecado de las asonancias
casi prostituyo vocablos
al matar su sonido.
Me dan temor estas vocales
subrepticias, intrusas
enemigas silentes
como la hipertensión.
He comprado mi traje justiciero
y mi rebenque criollo
pero este miocardio y su ceguera
me llevan por el mal.Foto: qué ironía che poesía

Ya no puedo escribir un poema
sin el pecado de las asonancias
casi prostituyo vocablos
al matar su sonido.
Me dan temor estas vocales
subrepticias, intrusas
enemigas silentes
como la hipertensión.
He comprado mi traje justiciero
y mi rebenque criollo
pero este miocardio y su ceguera
me llevan por el mal. 
Y hacia allí voy.
Y hacia allí voy.

viernes, 16 de noviembre de 2012

MUJERES



Después de tanta sangre derramada
de tanto ultraje
de tanto ninguneo
de los golpes
las heridas mortales
los desprecios
debemos refundarnos
parirnos otra vezFoto: MUJERES

Después de tanta sangre derramada
de tanto ultraje
de tanto ninguneo
de los golpes
las heridas mortales
los desprecios
debemos refundarnos
parirnos otra vez
colgar la piel al sol y revestirnos
putear, sangrar, gozar
arar la tierra
sanear nuestras raíces
mirarnos a los ojos
confrontarnos
naufragar en abrazos
congeniar
salvar a nuestras hijas
ser mujeres.
©Olga Liliana Reinoso
colgar la piel al sol y revestirnos
putear, sangrar, gozar
arar la tierra
sanear nuestras raíces
mirarnos a los ojos
confrontarnos
naufragar en abrazos
congeniar
salvar a nuestras hijas
ser mujeres.
©Olga Liliana Reinoso

jueves, 15 de noviembre de 2012

SOFÍA VIALE

"Sofía"
Una poesía de Olga Liliana Reinoso

Sofía de los vientos
Sofía de los cardos
niña del pan
ternura
pétalo fetal de la sonrisa.
Tu rostro, tu cuerpo
antorcha de los tristes y los desamparados.
Insomnio, desvelo
en las mentes pueblo
que no se resignan
que gritan su bronca
de sorda impotencia.
A nuestro costado
vertieron tu sangre
frente a nuestros ojos
quebraron tu tallo
sos la luminaria
de nuestra conciencia:
todos somos madres
todos somos padres
tu cara sin mácula
es la escarapela
que vibra en el pecho
de tus compueblanos.

©Olga Liliana Reinoso
Foto: SOFÍA

Sofía de los vientos
Sofía de los cardos
niña del pan
ternura
pétalo fetal de la sonrisa.
Tu rostro, tu cuerpo
antorcha de los tristes y los desamparados.
Insomnio, desvelo
en las mentes pueblo
que no se resignan
que gritan su bronca
de sorda impotencia.
A nuestro costado
vertieron tu sangre
frente a nuestros ojos
quebraron tu tallo
sos la luminaria
de nuestra conciencia:
todos somos  madres
todos somos  padres
tu cara sin mácula
es la escarapela
que vibra en el pecho 
de tus compueblanos. 
©Olga Liliana Reinoso