lunes, 30 de mayo de 2011

REGRESO EN PRIMAVERA



RETORNO EN PRIMAVERA

Sí, volveré en las rosas.
Cuando los siglos duerman
su borrachera eterna de presagios
y las claves secretas de la infamia
devuelvan el color a los pimpollos.
Yo volveré en las rosas.
Como absurda fragancia mutilada
que gira sospechando algún eclipse
sangrando en las espinas
de mi propio calvario
seré una llama eterna
de crepúsculos rojos
terciopelo y ternura
que adorne tu recuerdo.
Y en la farsa del día
pariré mi capullo
junto a tus despertares.
Aunque nunca lo intuyas
yo te seguiré dando
furtivas primaveras
a través de las rosas.

RICARDO NERVI AMADO Y EXTRAÑADO

Yo quería cantar.
Tenía una calandria
en la garganta;
mi corazón
era el de un pájaro,
y mi voz
en la sangre
se poblaba de trinos.



Yo quería volar.
Mi pecho era la quilla
de una garza,
y con plumas doradas
en las manos,
medía con los ojos
el espacio,
mi otro cielo.

Yo quería soñar.
Busqué en el Sueño
prodigiosas
alas,
la fugitiva luz
del arco-iris
para inventar espectros
desvelados
en mi oscura galaxia.

Yo quería cantar.
Volar.
Soñar.
Hartarme de Infinito,
para ser libre
de distinto modo.

Pero el necio animal
que me subyace,
Se empecinó
en ser hombre.

Juan Ricardo Nervi.

Nació en Eduardo Castex el 19 de agosto de 1921. Una fecunda trayectoria en cantidad y calidad en tareas educativas, de investigación y difusión de la enseñanza en todos los niveles, tanto en Eduardo Castex como en la provincia, en diversos lugares de la Argentina y en México, avalan a uno de los más destacados pedagogos del país.
A través del periodismo, en numerosos artículos publicados en periódicos de San Luis, La Pampa y Buenos Aires, efectuó una rigurosa difusión de temas relacionados con las ciencias de la educación. Su carrera docente es extensa e incluye todos los niveles.
Su obra didáctica se puso de manifiesto en gran cantidad de publicaciones: "La práctica docente y sus fundamentos psicodidácticos", "Lexicón de Literatura Infantil-Juvenil", "El Folklore Literario y la Literatura Folklórica en la Escuela Primaria", entre otros.
Su obra literaria comprende: "Agreste", "Canto Lírico al Gral. San Martín", "Canto a La Pampa", "Gleba", "Otra vez la Gleba", "Rastro en la sal", "Tristán y la Calandria", "Aldea Gringa". Asimismo realizó trabajos de crítica literaria y es autor de obras históricas y antropológicas. El Fondo Editorial Pampeano publicó en 2003 su "Arcobaleno. Cuentos para niños" y en esa misma época varias instituciones se asociaron para lograr la edición sonora de sus "Sonetangos Estrambóticos".
Fue Profesor Emérito de la Universidad Nacional de La Pampa y asesor Ad Honorem del Ministerio de Cultura y Educación de la provincia.
Falleció en Santa Rosa el 7 de julio de 2004.-

INCERTIDUMBRE



No es el misterio ambiguo
tras el cual las huellas se dispersan, difusas
tampoco es la pacífica ignorancia de quien tiene vedado
los saberes primarios.
No es siquiera la incertidumbre mansa
ni la eterna y constante pregunta original.
Es una duda, banal, terrena duda
una duda minúscula y mezquina
nacida del antiguo pregón de los subsuelos
allí, estigmatizada, cumpliendo su destino
gime sus estertores de llanto y carnaval
allí, con sus harapos de bruma y baratijas
ella pide limosna o un poco de piedad.
No sabe, no comprende la absurda felonía
busca en el laberinto que adormila sus fuerzas
la salida hacia un mundo donde habite la paz.
Se bifurcan las sendas
se abren múltiples rutas
mil voces indecisas la convocan, furtivas
deshojando su carne.
Ella busca señales o indicios o aunque sea
el breve derrotero de una estrella fugaz
palomas mensajeras, botellas en el mar
manuscritos ocultos
en sangre pesarosa
el nítido latido que le cuente sabores
para extinguir sinceramente la tristeza.
Ella quiere saber y el ventisquero
secuestra las palabras.
Saber si al final de los tiempos
si todos los agravios
si este pagar en dolorosas cuotas cancelará la deuda
para poder sentirse libre de andar bajo la lluvia.
Y acuden viejos magos con pócimas que intentan
extirpar los tumores
y pululan pastores incitando a rediles engañosos
pero ella está tan sola cuando el dolor lacera
que no existe el ungüento que la pueda aliviar.

Búsqueda y encuentro



Amanece de orquídeas tu costado
hay aroma en la sala y algazara
absorbo el crepitar y la hojarasca
de tus pupilas arduas como flechas
me gusta que me busques y me encuentres
que tirites de amor entre las sedas
y aúlles como lobo malherido
cuando mi luna llena te ilumina.

PRINCIPIO



cuando no quede nada
rescataré tu nombre
tus brazos serán ríos
tus manos las palomas
tu boca el alimento
tu pecho el fuego entero
y el cráter
y el silencio.
Tu voz la melodía
tus ojos los paisajes.
Cuando no quede nada
vos serás el principio.

DUELO



Después vendrán los pájaros
insomnes
a enmarañarme el pelo
y la palabra
pero por hoy rescato
tu contorno
para batirme a duelo
con la nada.

SORPRESA 15x4































ACASO



Acaso no es verdad que los pájaros lluevan sobre la hierba infame.
Acaso nada exista en la vigilia de las lágrimas.


Me haría falta un suspiro, un balbuceo/pero no tengo nada./Sólo el miedo me habita, me interpela/ y yo/presa de un pánico imposible/muerdo la mano entera de la vida/hasta sangrar con ella/gota a gota/y ser un punto rojo que huye./ Libre.

NO QUEDA NADA POR DECIR

El último crepúsculo
deja su falda entre los muslos de la tarde.
Hay una oscuridad que enfila al norte
mientras yo juego con la palabra despedida
como un niño olvidado de la siesta.
No queda nada por decir
muerde el silencio
y ya no hay lágrimas en el bolsillo de la noche.

PREGUNTAS

Ambigüedad
desabastecimiento de verdades
o un misterioso aborto de palabras.
Toda la vida persiguiendo respuestas
con este cuerpo en signo de pregunta.

ENIGMA


Hay un minuto sustancial en cada historia/un párrafo sutil/un llamado de lluvia a mediodía/para romper el vidrio./Los ojos del cemento reprimen la caricia/y de un techo cercano se fuga la mañana./Golpes sobre el ladrillo/alguien traduce al español/el monocorde espasmo de la calle/uno se siente forastero en su cuna/con toda la adultez en posición fetal./Si hasta la angustia es un recién nacido/y los huesos seniles de la tarde/le niegan el maíz a una paloma.

INMORTAL













Apenas una sombra difusa en la montaña
que late sin demora sobre los mediodías.
Viejo habitante de pequeños secretos
buhardilla donde escondo los ritos
y un violín de silencios para que duerma el tiempo.
La insólita postura que abreva en nuestras lágrimas
nuestras llagas de pie y en la ventana
te mimetizan con el claroscuro
cuando la lumbre adopta una ternura
de tanta sed, de tanto abecedario.
Mi flecha estremecida de preguntas
pega un salto en tinieblas
como cuando era niña
y esperaba.

Aún guardo la sonrisa
aquella del poder y la estrategia;
yo sé que no estás muerto
y las grandes mujeres y los hombres
o tu antiguo destino que no acaba
lo confirman en mi piel.
Y en mi locura.

AMOR



El amor es un pájaro breve/ es un azul difuso/ una llamada./ El soplo de la voz puede matarlo./ No hables, por favor

DESVELADA

Tu noche sin incendio
Tu manantial de arcilla
tus manos, dentelladas
ese letal rasguido.
Completud
y remanso.

OBSTINADA





A veces el silencio parece una migaja
el amor una tregua
una absurda llovizna.
A veces la esperanza es un puerto remoto
y el mar una osadía donde mis manos gritan.
Sucede que te espero
con el llanto de un pétalo en la sombra.
Estoy de pie
inútil y olvidada.
Tercamente despierta en la nocturna soledad humana.

ELECCIÓN







Los ojos en los ojos
y un orgasmo de luces
socava los sentidos.
Es hacer el amor con la mirada.
Los cuerpos son la casa
la lumbre
y el espejo.
Todo se abraza
todo se unifica.
Una puede tener entre los dedos un planeta
con perfumes brillantes
y palabras descalzas.
Una puede elegir cerrar los ojos
o quedarse con todo.

OSTENTACIÓN







Mucho dolor de escombro en las esquinas
idolatría de asfalto compungido
alardeando satén y despilfarro
tu voz de anochecer
tu lerda voz
tangueándome en los pliegues del olvido
como una abeja púber y atrevida
que se viste de pena.
Y me persigue.

ABISMAL



Qué hago con este amor encarcelado/cuando aún amanece mi piel apenumbrada./
Qué hago con los navíos de mis manos/ si sólo me permiten cobijar la ausencia.
Adónde irá mi sombra fetal, sietemesina,/a esconder su naufragio de soles congelados./Tanto dolor se apropia de mi huella/ que tengo un patrimonio de sequía y espanto./ Esta devastadora sensación de tristeza,/esta inútil plegaria a los dioses del tiempo/ sólo llegan puntuales a decirme que es cierto./ Si pudiera contarte que mi amor está entero,/que atrás de la ventana teje y desteje sueños/
como si alguna tarde de paz y nomeolvides/ termine tu odisea y encalles en mi puerto./Sé que no hubo sirenas con melodías fugaces/pero fue la serpiente de tu miedo suicida/ quien arrojó tu barca lejos de mi bahía.
Y ahora estás tan ajeno como no haber nacido.

ESCALOFRÍO

Como una vieja amiga
como un furtivo abrazo
tal vez como algún grito sospechoso
o también como un jirón del nunca.
Como un beso
tu mirada me abriga.
Y sin embargo,
tiemblo.

PASOS DE LA VIDA







De cristal y jengibre
De andares nostalgiosos
De fuego lento
De un amargor dulzón
De pieles y distancias
Mayos de par en par
Pura hojarasca
Corazón dilatado de besares
Estupor desmembrado
Horas leguminosas,
subrepticias.
Los pasos de la vida se entretejen
Con las hebras de sal.

LUZ

La luz, intrépida y voraz como una ninfa
hija única del sol de las mañanas
resucitó de brumas y letargos
de un lejano país sepia y olvido.
Y fue más luz, multípara y genuina
chispa-rayo-relámpago-luciérnaga
sol de soles brillando, iluminando
el rincón de las artes.

Huele a belleza de pintura fresca
el aire de las vías
y algún espectro de vagón vacío
silba, solitareando
un verso huérfano.

Bienvenido color, pájaro, cielo,
tulipán, mariposa, cuna y llanto.
Bienvenida la danza de pinceles.
Bienvenida la luz.

SERÉ TODA LA NADA

Me desintegraré
seré un pájaro herido
me voy a hacer añicos
seré un cristal quebrado
toda la nada, toda
ni un llanto
ni una pena
ni un quejido final
ni un recuerdo
ni un rostro
y ni un número impar
me volveré ceniza
que el viento llevará
me desintegraré
me voy a hacer añicos
seré toda la nada
y no habrá ni un recuerdo.

AGONÍA



Estoy muy triste. Tan triste como para desteñir los colores más audaces.
¿Cuánto tarda el dolor en morir?
¿Lo sobreviviré?

EN LA CINTURA DE LA NOCHE




Mi boca es puro oleaje sobre tu cuerpo de cristal.
Más que besar, recorre el universo hasta el apocalipsis de tus pies.
Arde el volcán
en un silencio revolucionario.
No es posible amar tanto una centella.
No es posible sentir la mordedura del infierno justo en el punto G del alma.
Soy correntada, piedra lujuriosa, me bebo a lo vampiro cada gota.
Somos un manantial de yerbabuena, somos lavanda, ceibos y jazmines.
Amos de una penumbra delictiva.
Descubro que te amo de una manera indescifrable,
abocada, frutal, vino de vida.
Te bebo una vez más, a puro trago
y renazco nimbada de niñez.

ESCALAMIENTO



Por una vez
unánime y sonora
se subió el corazón
a la montaña.

JUEGO AZUL



Azul azul azulino
azularte azulamarte
azul beso en azul tarde
azuladamente azul.
Pelo azuloso de azules
en el viento azulairado
estrías entreazulinas
por ojos nostalgiazul.
Yo te azulo, tú me azulas
vidazulera azuleña
vertiente azul y azulense
de azulidad azuleja.
Si palabrazul tu boca
pronunciazul de nombrarme
azulate azulamante
el corazón corazul.
Azulniño de azulsueño
azulmente rosazul
azulinado de azules
tornasol y tornazul.
Bocazul azulamores
asombro azul de aguazul
sumazuleste azulmío
locurazul de azuldos.

EMBOSCADA




hay una sangre de cristales rotos
en la emboscada azul
de tu cuchillo.

sábado, 28 de mayo de 2011

Julia de Burgos



Donde comienzas tú


Soy ola de abandono,
derribada, tendida,
sobre un inmenso azul de sueños y de alas.
Tú danzas por el agua redonda de mis ojos
con la canción más fresca colgando de tus labios.
¡No la sueltes, que el viento todavía azota fuerte
por mis brazos mojados,
y no quiero perderte ni en la sílaba !

Yo fui un día la gaviota más ave de tu vida.
Mis pasos fueron siempre enigma de los pájaros.
Yo fui un día la más honda de tus edades íntimas.
El universo entero cruzaba por mis manos.
¡Oh día de sueño y ola;
Nuestras dos juventudes hacia el viento estallaron.
Y pasó la mañana,
y pasó la agonía de la tarde muriéndose en el fondo de un lirio
y pasó la alba noche resbalando en los astros,
exhibiéndose en pétalos
y pasó mi letargo...

Recuerdo que al mirarme con la voz derrotada,
las dos manos del cielo me cerraron los párpados.
Fue tan sólo una ráfaga,
una ráfaga húmeda que cortó mi sonrisa
y me izó en los crepúsculos entre caras de espanto.
Tú nadabas mis olas retardadas e inútiles,
y por poco me parto de dolor esperando.

Pero llegaste, fértil,
más intacto y más blanco.
Y me llevaste, épico,
venciéndote en ti mismo los caminos cerrados.

Hoy anda mi caricia
derribada, tendida,
sobre un inmenso azul de sueños con mañana.
Soy ola de abandono,
y tus playas ya saltan certeras, por mis lágrimas.

¡Amante, la ternura desgaja mis sentidos...
Yo misma soy un sueño remando por tus aguas

Julia de Burgos

Julia de Burgos

(Julia Constancia Burgos García; Carolina, Puerto Rico, 1914 - Nueva York, 1953) Poetisa puertorriqueña. Julia de Burgos se graduó de maestra normalista en la Universidad de Puerto Rico en 1933.

En 1934 trabajó en la PRERA (Agencia para la Rehabilitación Económica de Puerto Rico, por sus siglas en inglés) en Comerío, como empleada de una estación de leche, lugar en que los niños de familias pobres recibían desayuno gratuito. Contrajo nupcias con Rubén Rodríguez Beauchamp en ese mismo año.


Julia de Burgos

Al cierre de la PRERA, durante corto tiempo ejerció como maestra en un barrio de Naranjito en 1935. En esa época escribió su famoso poema Río Grande de Loíza. Durante ese año Julia de Burgos también conoció e hizo amistad con Luis Lloréns Torres, Luis Palés Matos, Evaristo Ribera Chevremont, entre otros poetas boricuas.

Durante 1936 publicó su poema Es nuestra la hora en una hoja suelta. Estaba comenzando a darse a conocer en el ambiente literario. En octubre de ese año pronunció el discurso La mujer ante el dolor de la Patria, en la primera asamblea general del Frente Unido Pro Convención Constituyente, en el Ateneo Puertorriqueño. Escribe los dramas brevesLlamita quiere ser mariposa, Paisaje marino, La parranda del sábado y Coplas jíbaras para ser cantadas.

En 1937 coinciden dos hechos significativos en la vida de Julia de Burgos: la ruptura de su matrimonio con Rubén Rodríguez Beauchamp y la edición privada de Poemas exactos a mí misma, que representa una de sus primeras manifestaciones líricas, cuyo paradero actualmente se desconoce. Al año siguiente conoció al médico y sociólogo Juan Isidro Jimenes Grullón, quien habría de convertirse en su más acrisolado amor.

Publicó además, en 1938, su obra Poema en veinte surcos. En 1939 publicó su Canción de la verdad sencilla, obra premiada por el Instituto de Literatura Puertorriqueña. Un año después viajó a Cuba, en donde conoció a múltiples intelectuales, entre éstos Juan Marinello, Juan Bosch, Raúl Roa y Manuel Luna. Desde ese momento en adelante residió alternativamente en La Habana y Nueva York, dedicándose al periodismo y a la creación literaria.

El 18 de enero de 1940 llegó a la ciudad de Nueva York. A los quince días de su llegada concedió una entrevista al periódico La Prensa, que se publicó bajo el título "Julia de Burgos, poetisa puertorriqueña, en misión cultural en Estados Unidos". El viernes 5 de abril de 1940 la Asociación de Periodistas y escritores Puertorriqueños rindió un homenaje público a Julia y a Antonio Coll y Vidal, en el Wadleigh High School Auditorium, en Nueva York. En 1941 se fue a vivir a La Habana. En la Universidad de esa metrópoli se matriculó en cursos de griego, latín, francés, biología, antropología, sociología, psicología, higiene mental, didáctica...

La relación con Juan Isidro llegó a su final en 1942. Tras esa decepción amorosa decidió partir hacia la ciudad de los rascacielos, en donde deambuló en busca de empleo. Durante algún tiempo trabajó como inspectora de óptica, empleada de un laboratorio químico, vendedora de lámparas, oficinista y costurera.

Póstumamente se publicaron El mar y tú y otros poemas (1954) y Yo misma fui mi ruta (1986). Bajo el título de Obra poética el Instituto de Cultura Puertorriqueña recogió su lírica en 1961. Una muestra de sus versos figura en la Antología de la poesía cósmica puertorriqueña, publicada por Manuel de la Puebla en 2002 y en las grandes colecciones de poesía hispanoamericana.

Julia de Burgos falleció en la ciudad de Nueva York, el 6 de julio de 1953. Aún su muerte estuvo rodeada de misterio. Fue encontrada inconsciente y sin identificación alguna entre la Calle 106 y la Quinta Avenida y falleció al ser trasladada al Hospital de Harlem. Ante la falta de identificación, su cuerpo fue enterrado en una tumba anónima. Posteriormente fue trasladada a Puerto Rico y sepultada en el Cementerio de Carolina, el lugar más cercano posible al Río Grande de Loíza que tanto la apasionó.

La obra de Julia de Burgos se caracteriza por su singular fuerza, que surge de su apasionado romanticismo que la lleva a desarrollar de una manera mística y metafísica la naturaleza y el amor. La hondura y calidad de su producción poética, su extraordinaria capacidad para reflejar los problemas de la mujer de su tiempo, así como las excepcionales circunstancias que rodearon su vida y su muerte (envueltas en un halo de dolor, enajenación y desarraigo que la había llevado a considerarse como una "desterrada de sí misma"), han hecho de ella una de las figuras más fascinantes no sólo de las Letras puertorriqueñas de la primera mitad del siglo XX, sino de toda la literatura hispanoamericana contemporánea.

viernes, 27 de mayo de 2011

Ismael Serrano

La memoria de los peces
Estreno: enero de 1996
Letra: Ismael Serrano
Música: Ismael Serrano


A veces me desdoblo y me digo al oído:
"¡Qué bueno respirar, sentirte vivo!
¡Qué bueno que te cruces por mi camino!".
Rodeado de un espejo circular,
soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.
¡Qué grato es encontrarme vaya donde vaya!
Por más que me cuento mis chistes
siempre me hacen gracia.
Si me voy, si me duermo, la vida se apaga.
¡Qué potra saber que siempre me seré fiel!
¡Qué suerte desde un principio caerme tan bien!
Y voy y me levanto cada mañana,
feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y qué le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.
¡Qué bonita, qué divertida es conmigo la convivencia!
¡Descojonarme de mi última ocurrencia!
Y esperarme despierto, vuelva a la hora que vuelva,
o cocinar para mí mi plato favorito,
no encontrar en el baño más pelos que los míos.
Sólo yo controlo, sólo yo determino,
mis hábitos de higiene.
Lloro en mi hombro cuando nadie me entiende.
Si me siento solo miro a la luna,
me juro amor eternamente.
Rodeado de un espejo circular,
soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.
Y voy.
Y voy y me levanto cada mañana,
feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y qué le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.
Y voy y me levanto cada mañana,
feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y qué le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.

jueves, 26 de mayo de 2011

BARDAS PAMPA

http://www.alihuen.org.ar/escritores-pampeanos/bardas-pampa-final.html

El día que cumplí 60 años jajajajajajaja























































































































































Un veiticinco de mayo,

mil nueve cincuenta y uno,

pareció un día oportuno

para este acontecimiento;

su primer grito fue al viento

justo ese glorioso día

en que la patria cumplía

sus años con alborozo;

y abrió sus ojos al mundo:

Olga Liliana Reinoso.

Autor: Oscar Maurichau

domingo, 22 de mayo de 2011

LE DESEO LO MEJOR: es mi hermano y es una bellísima persona, honesto y comprometido

21/5/2011
Radicales buscan avales para candidatura a intendente de Roberto -Tito- Reinoso
En General Pico por ahora habría internas en el Frepam para decidir quién será el candidato a intendente para las próximas elecciones generales a desarrollarse en octubre.
General Pico - El 26 de este mes opera el cierre de listas y hoy fueron incesantes los movimientos que desplegaron los principales actores de este espacio político, es decir dirigentes y militantes del radicalismo. El sector que responde a la Línea Roja de la UCR recolecta avales para la candidatura a jefe comunal de Roberto ‘Tito’ Reinoso, quien si bien no oficializó públicamente su aceptación, autorizó que se cumpla con uno de los requisitos esenciales que exige la Ley Electoral.

De esta manera quedarían confirmadas tres postulaciones, a la ya nombrada hay que agregarle la de Juan Pablo Vieta, que responde al entorno de Juan Carlos Marino, líder de la Línea Blanca y la de Carlos Beinticinco que se encuentra alineado con la Línea Celeste que tiene como principal referente a Antonio Tomás Berhongaray.

Hoy se definió quién acompañará a Reinoso como viceintendente que, luego de varios intentos y otros tantos rechazos, aceptaría formar parte de la fórmula una mujer a la que no se le conocen antecedentes dentro de la función pública, proveniente de una conocida familia de la ciudad.

Una vez que se tenga certeza de la candidata a viceintendente se comenzaría a delinear los postulantes a concejales, tarea que tampoco será sencilla para quienes forman parte de los diferentes sectores internos del Frepam.

Forte decidido a enfrentar a Marino

Por otra parte, fuentes dignas de crédito confiaron que a nivel provincial los acuerdos para evitar una interna en el Frepam se encuentran estancados, y por ahora, todo parecería indicar que esa instancia se llevaría a cabo. Aseguran que Ulises ‘Chito’ Forte está decidido a enfrentar a Juan Carlos Marino (iría acompañado por Eduardo Pepa, jefe comunal de Intendente Alvear) para dirimir quién será el candidato a gobernador por el principal sector de la oposición, incluso por estas horas se estaría definiendo quien lo acompañaría en la fórmula que saldría de un dirigente proveniente de Eduardo Castex, Realicó o del oeste pampeano. Queda descartado que esa persona fuera Mauro Pildain, ya que éste aspira a dar pelea para quedarse con la intendencia de Realicó.

Quienes impulsan la candidatura de Forte sostienen que la Línea Blanca que lidera Juan Carlos Marino se ha mostrado intransigente a la hora de las negociaciones y que le quiere reservar un mínimo papel a la Línea Roja, creada recientemente, la cual tiene como referentes, precisamente, al diputado nacional de General Pico; al intendente de Eduardo Castex, Juan Chiquilito y al realiquense Mauro Pildain, ex presidente del Comité Provincial.

Patricia Testa en la lista de diputados

Las negociaciones no serían sencillas en cuanto al armado de la lista de candidatos a diputados, donde se puede asegurar que la actual concejal por el Frepam Patricia Testa, tiene ya un lugar seguro independientemente de lo que ocurra respecto de si hay o no internas.

Para aspirantes a la legislatura, las negociaciones tampoco irían por el buen camino. Se dice que la Línea Blanca quiere tener cinco lugares entre los doce postulantes, algo que no habría caído para nada bien en el sector Rojo, al que se le habría ofrecido dos bancas pero dentro de los trece primeros lugares. Mientras que Antonio Tomás Berhongaray a través de la Línea Celeste exigiría dos bancas dentro de las diez expectantes, una de las cuales, se menciona, podría estar reservada a Martín Berhongaray.

No puedo asegurar la autoría

Todas las flores del desierto están cerca de la luz.

Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo. Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio o se compran bolsos en tiendas de saldo. Se pintan los ojos como les gusta y los labios de carmín de chino.

Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los ojos, que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y lloran sólo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al viento.

Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden cuántas patatas han comido, las que se sientan en bancos del parque con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se acercan a olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las que huelen a mora y a caramelos de regaliz.

Las mujeres hermosas no salen en revistas, las hojean en el médico, y esperan al novio, ilusionadas, con vestidos de fresas. Y se ríen libres de los chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un beso.

Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour, desgastan las sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la espalda. Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los grandes grupos.

Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni lápices. Las flores del desierto son las que están a tu lado. Las que te aman y las que amamos. Sólo hay que saber mirar más allá del tipazo, de los ojazos, de las piernas torneadas, de los pechos de vértigo. Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigos de la forma y enemigos del alma. Vértigo de divas y llanto de princesas.
La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad...

Este texto le es adjudicado al último premio nobel de literatura, Mario Vargas LLosa, yo no estoy en condiciones de asegurarlo,sobre todo porque en Internet pululan textos apócrifos a granel, pero me gusta lo que dice más allá de quien sea su autor.

viernes, 20 de mayo de 2011



El sueño "anacoluto" del cardenal Martini ex papable
El cardenal Carlos María Martini, sabio y humilde jesuita, tuvo necesidad de afirmar en su libro: “La Iglesia debe tener el coraje de reformarse”. José Amado Aguirre.
20/05/2011 00:01 José Amado Aguirre (Presbítero)


Sin dudas que es extraño el título de este artículo y, creo, más extraño aun es su contenido.

Si “anacoluto” significa algo inconsecuente o incompleto o inexplicable, ¿cómo predicarlo del “sueño” de un cardenal conocido por su amplitud teológica para interpretar el mensaje cristiano?

Carlo María Martini estaba en la misma línea apostólica del papa Juan Pablo I, que acababa de “morir” de modo sorprendente e infausto. Y en la primera votación del cónclave de cardenales electores del siguiente papa (abril de 2005), había obtenido la mayor cantidad de votos, sin llegar a la mayoría estipulada para el
caso.

Allí, sintiendo la presencia acuciante del Oficio Supremo, suplicó a sus colegas que no siguieran dando sus votos a un anciano y enfermo cardenal. Finalmente, esos votos le otorgaron la mayoría al cardenal Joseph Ratzinger, el actual papa Benedicto XVI.

Ya “todo es historia”. Pero no. Queda balbuceando una realidad ínsita en la mente y en el corazón de todos los que “soñamos” el “anacoluto sueño” diseñado en el Concilio Vaticano II.

Tú, cardenal Martini, sabio y humilde jesuita, tuviste necesidad de afirmar en tu libro: “La Iglesia debe tener el coraje de reformarse”. A continuación, descargaste tu conciencia con esta insólita afirmación: “Hoy ya no tengo estos sueños. Después de 75 años, he decidido rezar por mi Iglesia”.

¡Qué desilusión! ¡Qué esperanza trunca! ¡No, no puede ser en tan alto dignatario y humilde servidor de Cristo!

Los sueños. ¿Y cuáles fueron los “sueños” del cardenal Martini? Estos son, porque él así los pensó y los escribió: “Defiende el debate sobre el celibato”; “la ordenación de mujeres”; “critica la encíclica Humanae Vitae sobre el control de natalidad”; “el uso del preservativo como el mal menor”; “frente a la creciente escasez de sacerdotes, considera que confiarle a un párroco más parroquias o importar curas del exterior no es una solución”; “a la Iglesia se le debe ocurrir alguna idea...”; “uno no puede hacerlo a Dios católico, porque Dios es amor”.

¡Oh, cardenal Martini! Estos fueron algunos de tus sueños, que también fueron los del papa Juan Pablo I. ¿Por qué tuviste miedo de ser elegido? Si era tu cruz, ¡bendita sea!

¿No tenías acaso en tu memoria la figura de un papa humanamente de descarte, cuando ya en tu Europa nadie creía en serio? Y allí estaba el anciano León XIII revitalizando a toda la Iglesia más allá de las clausuras clericales, el papa de los obreros. Y te esperaba Juan XXIII, también descartable para la diplomacia vaticana, que se atrevió a lo divino al exigir la apertura de puertas, ventanas y muros, y nos dejó un nuevo y viejo camino de Cristo: la verdad, la libertad, la misericordia y el amor.

¿Quién ahora enarbola esas banderas? ¡Oh, cardenal Martini! ¿Por qué tuviste miedo? ¿Pensaste acaso en el “sueño” de Cristo? Sí, en la misma barca de Pedro (el actual Vaticano), donde dormía y soñaba en un mundo donde el Evangelio fuera la guía de todos los hombres de buena voluntad. La tempestad amenazaba hundir la barca y Pedro le grita a Jesús: “¡Mira que nos hundimos, ¿no te importa nada?”. Y, ya despierto, Jesús calma los vientos. ¿Quién ahora te despertará si hasta Pedro sigue durmiendo? Pero ya nuestro Calderón de la Barca había escrito: “La vida es sueño, y los sueños, sueños son”.
.

VER / SER VISTO / HACERSE VER

CONTRATAPA

Ver/ser visto/hacerse ver

Por Noé Jitrik

Séraphine, una delicada película del tipo biografías de artistas de un para mí desconocido Martin Provost, sigue una historia real tal cual, con nombres y apellidos y funciones que parecen extraídas de biografías canónicas. Wilhelm Uhde, un galerista y crítico de arte alemán que pasó a la historia como descubridor de talentos salvajes, a los que denomina “primitivos modernos”, intenta descansar en una casa alquilada cerca de París, hacia 1912. Está solo, escribe junto a ventana que da a un jardín, se levanta, toma una taza de té, parece melancólico, aunque sus movimientos son suavemente aristocráticos, su francés impecable. Con sorpresa, descubre que en la cocina una mujer con aspecto de campesina está haciendo algo, tan vago como lo suele pedir el cine; se sorprende, se sobresalta, la interroga con dureza, ella se explica torpemente y él termina por aceptar que esté allí, perturbando su silencio.

Antes, nos fue presentada caminando con cierta torpeza rumbo a una iglesia, o va descalza o usa unos zapatones rudimentarios y todo en ella rezuma elementalidad pero no resistencia al trabajo: de rodillas pule pisos, corre, mira con devoción a una Virgen en la iglesia y, sin que sepamos todavía por qué, roba un poco de cera de los cirios, en un frasco recoge sangre de una carne en la carnicería, junta flores que trae en una canasta, su figura, grotesca, es conocida en el pueblo. En soledad, pone todas esas cosas en un mortero o algo semejante, las macera y, luego, con todo eso, pinta.

Nadie da dos centavos por ella: es una sirvienta. Mientras sirve la mesa, la dueña de la casa que alquila Uhde le pregunta, porque le han dicho que lo hace, rudamente por sus pinturas y le ordena que le traiga alguna; lo hace y, cuando esa señora ve esas manzanas pintadas, le ordena que siga limpiando porque ésas no son manzanas, son deformes, parecen más bien ciruelas o lo que sea pero no pintura de verdad, tal como lo declara, tirando ese cuadro a un rincón, en una cena que parece extraída de un pasaje de Marcel Proust. Uhde, el inquilino, ha sido invitado, pero incómodo, molesto con lo que escucha, se levanta para irse, saluda, pero, al girar, ve el cuadro en el rincón; lo recoge, lo mira y le dice a quien lo tiró, “se lo compro”.

Esta escena es fundamental para la historia: Uhde “ve” lo que los demás no, incluso lo que la propia Séraphine no ve. Se diría que con su mirada la descubre, que descubre su valor, pero más que eso, en realidad le confiere existencia. A partir de ahí la ruda campesina no sólo va mostrando lo que es capaz de pinta, sino que va cobrando conciencia de que eso es arte y que vale mucho. Sin embargo, el colapso la espera, su no saber, que le permite ser insólitamente original, una “primitiva moderna”, termina por quebrarla y de arte paranoico pasa a la paranoia lisa y llana, ya, en esta instancia, nadie la ve, los efectos de la primera mirada desaparecen y con ello el arte mismo.

Este planteo no es ciertamente nuevo, hay mucha literatura sobre el particular referida a situaciones artísticas y literarias; relatos de padecimientos muy grandes en pintores que llegaron a ser famosos gracias a que alguien, pronto o tarde, los miró (Van Gogh es un ejemplo preclaro, pero hay muchos más), o en escritores a quienes sólo después de muertos se los miró y, siguiendo lo que hizo Uhde con Séraphine Louis, se les dio existencia. Pero, entre tanto, y porque muchos no tienen la paciencia suficiente como para esperar a que se los mire después de muertos, el no ser mirados suscita toda clase de sentimientos, la mayor parte de ellos depresivos, o rencorosos o, si actúa una filosofía algo oriental, indiferencia.

De lo cual se puede inferir que hay dos temas: ¿quiénes son aquellos cuyas miradas tienen ese efecto vivificante tan humanamente deseado?, es el primero: no se sabe ni hay nada predeterminado en ese particular, aunque me atrevería a decir que debe haber posiciones significativas; una de ellas es la de la madre, qué pasa si ella no mira. O la del anciano de la tribu, pero en materia literaria que un escritor consagrado, cuya mirada objetivamente tiene valor, mire a otro escritor que la busca no garantiza que lo haga existir. En suma, se diría que hay miradas necesarias, dueñas de un misterioso poder para conferir la anhelada y, casi siempre, justificada existencia. Y hay otras que carecen de tal poder.

Además, bien puede ocurrir también que se produzcan efectivamente miradas, pero que porque sólo están dotadas de un poder relativo terminen por ser superficiales o convencionales. Así, en el campo literario puede haber crítica o comentarios a una obra, pero eso no garantiza esa fugitiva transformación, la acción se disipa, lo que esa mirada vio se pierde y lo que deja es un estado de decepción o bien de reafirmación, muchas veces justificada, otras grotesca y puramente arrogante: son incesantes los relatos de escritores que van de editorial en editorial con su escrito bajo el brazo y ¡nada!, hasta que alguien con poder visual hace que logre existencia. Gide no miró la obra de Proust, pero Proust no se desalentó; el último que la miró la hizo existir parece que para siempre; J. K. Rowling peregrinó con su Harry Potter y ya se ve lo que pasó. Rulfo tuvo suerte de entrada y lo seguimos mirando. Como a Séraphine Louis.

Desde luego que fuera de esas privilegiadas situaciones el asunto, en la vida corriente, es el mismo, las expresiones sobre esa situación han de ser infinitas, tantas como los deseos de reconocimiento existencial que persiguen como fantasmas insomnes a los seres humanos.

El segundo tema, para nada insignificante, tiene que ver con los modos en que se reciben las miradas, y su variante, el comportamiento de quienes no las reciben. Séraphine Louis vivía sin que la miraran y eso no le parecía anómalo; cuando la miran tarda en advertir las consecuencias que se desencadenan; otros, en cambio, viven la mirada de la que son objeto como algo natural, propio, algo que no puede ser de otro modo, pero ese aspecto, con tener a veces ribetes dramáticos o grotescos, es menos inquietante que el de quienes la desean pero no la obtienen cuando más la necesitan. Intentan, angustiosamente, “hacerse ver”, de diverso modo: despliegan tácticas de acecho, asedian a editores y a críticos periodísticos, no faltan a ningún acontecimiento en el que se supone que hay quienes pueden mirar y ver, multiplican las solicitudes, piden la palabra en las reuniones públicas, a veces lanzan petardos de diferente tipo, el hacerse ver deviene en muchos casos una pasión de mayor intensidad que la obra por la que quieren que se los vea o el talento que desean que se reconozca. A veces resulta, y en ese caso la duración de la existencia así lograda dependerá de la validez o la importancia de aquello por lo que han bregado: sé de escritores que fatigan las redacciones para pedir reseñas, entrevistas o lo que sea y terminan por obtenerlas; sé de escritores que exigen viajes y premios y los consiguen; sé de pintores que arrastran a curadores y galeristas para que vean sus obras y lo obtienen. Pero la mayor parte de las veces no; es muy posible que muy pocos admitan que después de intentar semejante prueba de existencia nada han obtenido, no es fácil reconocer que queda un resto amargo de tan arduas tentativas.

En otros campos, el hacerse ver tiene por supuesto otro sentido: un guerrillero, o un aspirante a político, no pueden no intentarlo, los métodos varían, el objetivo es el mismo. Un sector postergado de la población, del que nadie habla y al que nadie mira en su drama, de pronto imagina que ocupando un terreno, haciendo un piquete, cerrando una calle se hará ver y, como consecuencia, será mirado y su existencia comenzará a concretarse, habiendo estado previamente en una situación irreal, los villeros ahí, pero nadie se ocupa, nadie acude, nadie arregla nada. Un impulso semejante, pero de un signo aberrante, puede reconocerse en un psicótico; su clamor previo no era escuchado, basta que tome un arma, tome algunos rehenes, llame a la televisión y/o mate a unos cuantos o a sí mismo, para que se caiga en la cuenta de que había ahí un problema.

Entre la mirada que descubre y otorga existencia y las miradas que no se producen y dejan en la inexistencia a los que las necesitarían se tiende un arco de figuras posibles; lo que las une a todas es la categoría superior de “reconocimiento”, sin el cual, en términos absolutos, la vida pierde el escaso sentido que tiene. No es extraño, por lo tanto, que se la estime cuando se produce, y con ella una exaltación del yo, y que se sufra cuando no, y con esa falta una negación del yo. Tampoco es una hipótesis demasiado arriesgada pensar que la vida social entera, en sus diferentes estratos, se mueve en virtud de esa dialéctica cuyos términos, en el fondo, son la verificación de la existencia y la dificultad para obtenerla.

lunes, 16 de mayo de 2011

MURIÓ CARLOS TRILLO





















CONTRATAPA › ARTE DE ULTIMAR

Lo trillado

Por Juan Sasturain

Para C. T., al otro día.

No se puede nombrar la soberana
apatía del sol. Menos, el brillo
tonto de las cosas, el viejo grillo
de Nalé, callado en la ventana.

No corresponde hacer la lista vana
de todo lo que falta. Es muy sencillo:
nos cayó un rayo, nos golpeó un ladrillo,
al despertar sin Trillo esta mañana.

El nunca aprobaría un desolado
discurso, pero sí este furtivo
y solo lagrimón contaminado

de sonrisas sin culpa ni motivo.
Con Trillo no le temo a lo trillado:
el mundo era mejor con Carlos vivo.

8 de mayo del 2011.