sábado, 30 de abril de 2011

BRAVO ASTOR, BAYER,ETCHENIQUE Y GALÁN

CONTRATAPA

La Etica siempre triunfa


Por Osvaldo Bayer

Estos últimos días han servido para ratificar aquello tan sabio de que finalmente la Etica triunfa en la Historia. La eliminación del nombre del atroz coronel Falcón de la Escuela de Cadetes de la Policía, y del de otros policías conocidos delincuentes contra los derechos humanos básicos de otros institutos policiales, es un paso delante de nuestra democracia. Todos nombres impuestos por dictaduras y aceptados servilmente por los gobiernos que le siguieron. Basta recordar que el coronel Ramón Falcón –el mejor oficial de Roca en el genocidio de los pueblos originarios llamada Campaña del Desierto– fue quien ordenó la masacre de Plaza Lorea del 1º de Mayo, el Día de los Trabajadores, de 1909. Y están sus declaraciones ante la prensa justificando que dio la orden de abrir el fuego contra las columnas obreras que recordaban a los Mártires de Chicago –aquellos luchadores increíbles por las jornadas de las ocho horas de trabajo– “porque los obreros en vez de llevar la bandera azul y blanca llevaban la bandera roja”. Qué delito para el señor coronel argentino. Lo que hay que saber es que en aquellos años la bandera roja era la bandera del gremialismo. Pero para el bestia uniformado eso ya era un delito. Lo más increíble fue que su nombre se exhibió hasta hace pocos días como patronímico de la Escuela de Cadetes de la Policía, lo que nos dice qué ejemplo tenían esos cadetes en cuanto a la ética de la vida.

Pero el señor coronel asesino de obreros y de pobladores originarios de estas tierras todavía tiene un monumento en las calles Callao y Libertador, de esta Capital. Justo el lugar donde se ha dispuesto que se levante el monumento al gran Astor Piazzolla. Algo muy merecido porque este músico fue un genio que revolucionó el tango. Todos aplaudimos esta resolución porque ésos son los modelos que merecen estar en el bronce. También los músicos, los poetas, los científicos, los maestros y todos aquellos de mano abierta que lucharon por un mundo con niños sin hambre y familias con techo. Y no siempre los uniformados, como acostumbramos. Y lo bueno del monumento al gran Astor es que tendrá nada menos que esta leyenda:

“Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao

No ves que va la luna rodando por Callao;

Que un corso de astronautas y niños, con un vals,

Me baila alrededor...¡Bailá! ¡Vení! ¿Volá!”

La letra de Horacio Ferrer, que alguna vez cantamos todos.

Pero ahora viene lo más importante. Nadie quiere que al lado de Piazzolla esté el monumento a ese coronel asesino de obreros. Sería un insulto a la memoria del músico. Así como se tuvo el coraje civil de quitarles el nombre a instalaciones policiales de enseñanza, de la misma manera habría que mandar ese bronce a una fundición para que con ese metal se haga en un barrio bien proletario un monumento a los obreros asesinados aquel 1º de mayo de 1909. De otra manera sería manchar el arte tan profundo de ese músico genial poniéndolo al lado de un fusilador del pueblo. Nos gustaría que el gremio de los músicos diera varios conciertos en ese lugar como protesta ante la presencia del coronel manchado de sangre al lado de ese músico que comprendió tan profundamente la música de Buenos Aires. Entonces sí que vamos a ir a gritar allí: “¡Viva la música, mueran las balas!”.

Y ya está naciendo una conciencia popular de revisar la historia y no aceptar lo que siempre dictaron los dueños del poder económico y político. Por ejemplo esto: en Belén, Catamarca, sí justo allí, los pobladores han comenzado a apoyar un proyecto de cambiar el nombre del asesino Julio Argentino Roca por el del poeta local Luis Franco. Un poeta con todo el sabor de esas regiones de cielos tan azules y montañas que nos observan.

Eso, podríamos decir, es amar la vida.

Y de Catamarca a Quilmes: allí se acaba de publicar el proyecto de ordenanza municipal para cambiarle el nombre a la avenida 12 de Octubre por el de avenida Pueblos Originarios. Luego de explicarse los fundamentos jurídicos, culturales e históricos se añade que el nombre de 12 de Octubre es “un homenaje a una fecha que inauguró el genocidio étnico y cultural más importante de la historia de la humanidad, y luce obsoleto y dañino respecto a los pueblos originarios. Que, por el contrario, se considera oportuno reparar a las naciones que son nuestros orígenes desde su incorporación a la nomenclatura pública municipal”.

Es un justo pedido porque los españoles no llegaron al nuevo continente para traer paz, cultura y libertad. Todo lo contrario: los pueblos originarios fueron sometidos a las formas más brutales de esclavitud, como la mita, el yanaconazgo y la encomienda. Lo dice Manuel Belgrano en su proclama a los pueblos originarios en la que les dice: “He venido a restituirles los derechos de libertad, propiedad y seguridad, de que por tantas generaciones han estado privados, sirviendo únicamente a las rapiñas de los (españoles) que han gobernado”. Y como a los conquistadores europeos no les bastaba la esclavitud de los originarios, trajeron miles de esclavos africanos bajo el yugo del látigo y el arcabuz. Por eso es lamentable que, en vez de tener a un héroe de nuestra independencia frente a la Casa Rosada, tengamos nada menos que a Colón. En vez de estar allí un gaucho de nuestra independencia o el abrazo de nuestros dos grandes libertadores: San Martín y Bolívar. Es exactamente lo mismo cuando vemos las mejores calles arboladas de Belgrano con el nombre de los virreyes españoles mientras el gran héroe libertario Túpac Amaru tiene una callecita de pocas cuadras.

Y en eso tiene razón Demián Konfino cuando propone que el continente americano no lleve el nombre por Américo Vespucio –uno de los tantos “descubridores”– sino que debería llamarse Tupacamaria, en nombre del hombre que quiso liberar estas tierras de sus esclavizadores y por eso fue condenado a la más horrible de las muertes cometidas por los seres humanos. Occidentales y cristianos.

Pero el ser humano no se rinde. Lo demuestran los trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba, quienes ante la quita del nombre de Agustín Tosco a la avenida de circunvalación de la capital cordobesa por las autoridades se pusieron a preparar una pieza teatral-musical en honor a ese inolvidable dirigente gremial en la cual trabajan 80 músicos, cantantes y coreutas. La letra de las canciones las escribió el secretario del sindicato, la música es de quien dirige el taller musical del gremio. Esta forma artística será tal vez la mejor forma de recordar a ese luchador infatigable que fue Tosco y el mejor homenaje a su memoria.

Y otro triunfo también, en la Feria del Libro. En estas contratapas escribimos que el ministro Torres, de la provincia de La Pampa, había prohibido la presentación de los libros Pampa Libre, de Jorge Etchenique, y las poesías de ese poeta grande del sur que se llama Edgar Morisoli, en una obra de Ana S. Galván. Pues bien, la Casa de Santa Cruz, a cargo de Mario Metaza, anunció que ellos estaban dispuestos a que, en su stand se presentaran esos dos libros tan representativos de la cultura pampeana. Eso se llama decir un rotundo no a toda censura que creíamos terminada con la caída de la dictadura militar. Mientras tanto, esos libros serán presentados en la editorial Acercándonos, el 6 de mayo, a las 17 horas, en el stand 138, pasillo 1, del pabellón Azul.

Triunfos de la democracia. Triunfos de los que piensan en la libertad y la solidaridad. Como fue la fiesta en Azul, en la escuela 503, cuando allí se cambió el nombre del genocida Julio Argentino Roca por el hermoso apodo de Arbolito, el ranquel que vengó a sus hermanos ranqueles. Fue algo inolvidable, como tocar el cielo con las manos, una fiesta con la alegría espontánea de los alumnos, la nobleza de sus docentes, el apoyo del propio intendente y el pueblo, puro pueblo. Sí, fue como si todos los perseguidos de nuestra historia, lo repito, pudieran tocar el cielo con las manos.

Pero todo esto no tendría valor si no se soluciona el problema de los Qom que acampan en la 9 de Julio y la Avenida de Mayo: los nombres de nuestros días de Libertad. No se puede ignorar su situación. Nos está mirando el mundo. Los responsables tienen que pensar que si no se hace justicia, esto pasará a la historia nuestra. Vuelvo a repetir: la Etica siempre triunfa. No se puede ignorar el drama de estos legítimos hijos de la tierra.

Adiós, Don Ernesto - Amado por nosotros, por nosotros































"Si el libro que leemos no nos despierta de un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leerlo?... Un libro tiene que ser un hacha que rompa el mar de hielo que llevamos dentro."
FRANZ KAFKA


A fines de los setenta me encontré con tus novelas. Me gustaron las tres, pero Abadón me dio vuelta la cabeza. Me sumergí de tal manera que mientras duró la lectura yo viví una vida paralela: la de todos mis días y la de intrusa en las páginas de tu libro. Paseaba por parque Lezama, por la zona de la Biela, esperando encontrarme con tus personajes. Pocas veces un libro me atravesó de tal manera.

Una noche, en el Margarita Xirgu, después de ver una obra de Carlos Somigliana en Teatro Abierto: El oficial 1º, me topé con vos en el hall de entrada. Quedé paralizada. Quería decirte tantas cosas y no me salió una palabra. Una amiga me puso delante de vos y te dijo: "mi amiga lo admira muchísimo". Vos, sonreíste. Y yo me quedé con ganas de abrazarte, de contarte lo que representabas para mí, pero no pude. Muchos años después te vi en un Congreso organizado por ILCH y, otra vez como intrusa, me saqué una foto con vos. Adiós, maestro. Sos un símbolo, aunque las malas lenguas quieran desmerecerte.

jueves, 28 de abril de 2011

FERIA DEL LIBRO 22 de abril de 2011

Con Patricia, mi correctora.














































































El viernes 22 visité la Feria del Libro, como un ritual al que asisto cada año. Debido a la inmensa oferta y al espacio gigantesco donde está instalada la Feria, tomo la guía de actividades previamente y de ese modo elijo los stands y los actos que más me interesan para ir a lo seguro, aunque a veces se superponen ponencias, espectáculos o presentaciones y no me queda más remedio que optar.


A pedido de mi hija me dirigí al Pabellón Amarillo para ubicar el stand de Libres del Sur donde compré varios posters (el Che, las Juanas), dos revistas de Patria Grande con la nota sobre la candidatura de Pino Solanas, vi el libro con la historia de Victoria Donda, una de las nietas recuperadas por Abuelas de Plaza de Mayo y me saqué una foto.

En el Fondo de Cultura "Autoestima e Identidad - Narcisismo y valores" de Luis Hornstein.

También anduve husmeando por Zona de Poesía, buscando especialmente la Editorial Vela al Viento de la Patagonia que dirige Rubén Gómez. Con este señor comparto un grupo cerrado en Facebook llamado Mis poetas contemporáneos y hace poco tuve una discusión candente sobre poesía y belleza. Mi percepción es de que se trata de un sujeto petulante, ególatra, soberbio y misógeno, además de prejuicioso.


Entonces fui a buscar un libro suyo para conocer su poesía. Para mi desagrado debo confesar que encontré en sus páginas versos muy bellos, imágenes logradas, pero, en general, el estilo de poesía que él escribe no me gusta, son esos poemas desmembrados que -por formación y calendario- no coincide con mi concepción de la poesía.

En la sala José Hernández (pabellón rojo) escuché a un cantautor neuquino con bellas canciones incluido el himno del Neuquén.

Subí hasta el Pabellón Blanco y en la sala Victoria Ocampo asistí a la exposición de un panel que se refirió al inconsciente en la obra borgesiana y su relación con Freud. Entre los panelistas estaba el biógrafo más conocido de Borges: Alejandro Vaccaro.

A las 19 la cita fue en la sala Leopoldo Lugones (amarillo) donde Carlos Aránguiz Zúñiga, nuestro gran anfitrión en el Encuentro de escritores de Rancagua (Chile) presentó su novela "La Condesa de la Patagonia" basada en la vida de la condesa Antonia de la familia de los Hasburgos, una joyita literaria. Luego, coherente con su pensamiento de confraternidad entre los pueblos sudamericanos, regaló el libro a todos los presentes.

Un detalle: la sala estaba adornada con cuadros cuya temática era el fútbol. Uno me llamó la atención: eran cuatro hombres con la camiseta de Rosario Central, el fondo también tenía los mismos colores y los hombres eran: Fito Páez, Alberto Olmedo, Roberto Fontanarrosa y Ernesto "Che" Guevara.

La magia de Rancagua sigue intacta porque allí estábamos muchos de los argentinos que asistimos al encuentro.

De allí, muy cansada ya, me fui hasta la Sala Javier Villafañe (Azul) para escuchar la presentación del libro "Macacha Güemes" de Ana María Cabrera. La moderadora era Susana Reinoso, columnista de literatura en el diario La Nación. Mi objetivo secreto era acercarme a ella para preguntarle si éramos parientes, porque tengo una prima homónima, pero llegué cuando ya había comenzado y sucedió que me atrapó la historia de la hermana de Martín Miguel, por lo tanto compré y devoré el libro en una tarde.

Mi última incursión fue retornar a la sala Lugones, donde el tema era la poesía y una de las integrantes del panel, mi maestra Ester de Izaguirre.

Pero tenía una invitación pendiente y un cansancio fatal, de modo que regresé al departamento y fuimos a ver "El gato desaparece", una película de Carlos Sorín, altamente IRRECOMENDABLE y destinada a desaparecer, como el gato.

martes, 26 de abril de 2011

MANOS AMADAS


Salgo a buscar tus manos hilanderas de asombro
y se me suman otras.
Multitudes de manos.
Fértiles como arcilla, manos de seda limpia
nidales que protegen el trino y el plumaje.
Son manos de magnolias a las tres de la tarde
con esa mansedumbre tan llena para dar.
Son vértigo y capullo, saben decir que sí
no mienten, no traicionan, no se niegan jamás.
Hay manos como súplicas, temiendo, que resisten
y otras que tejen redes para atrapar la fe.
Manos escandalosas, aladas, personales
las manos aguerridas del hombre y la mujer.
Otras manos de eclipse, manos que se entrelazan
para crear los puentes y comenzar el vuelo.
Cuántas manos bizarras, tenues para el encuentro
manos trabajadoras de la cuna y la fragua.
Laberinto de manos,militancia
radiografía caliente de cada ser humano
en búsqueda y auxilio.
En súplica de amor.

lunes, 25 de abril de 2011

Murió GONZALO ROJAS



Poeta chileno nacido en Lebú, Arauco, en 1917.
Estudió Derecho y Literatura en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Fue profesor de Estética Literaria
y Jefe del Departamento de Castellano en la Universidad de Concepción. Ejerció la docencia en Utah, EE.UU., Alemania
y Venezuela. Organizó a partir de 1958 los famosos Congresos de Escritores en Concepción, reuniendo lo más selecto
de la literatura latinoamericana. Fue diplomático en China y Cuba. Perteneció al grupo surrealista reunido en torno a la
Revista Mandrágora, 1938 - 1943.
Recibió numerosos premios internacionales, entre los que se cuentan: Premio Sociedad de Escritores de Chile por
«Poesía Inédita» 1946, Premio Reina Sofía de poesía de España, Premio Octavio Paz de México y José Hernández
de Argentina, además del Premio Nacional de Literatura de Chile en 1992 y del Premio Cervantes de Literatura 2003.
Luego de una corta enfermedad, falleció el 25 de abril de 2011. ©

¿A qué mentirnos?

Vivimos, gran Quevedo, vivimos tiempo que ni se detiene, ni
tropieza, ni vuelve.

¿A qué mentirnos con la llama del perfume, con la noche moderna
de los cinematógrafos, antesalas terrestres del sepulcro?
Pongamos desde hoy el instrumento en nuestras manos.
Abramos con paciencia nuestro nido para que nadie nos arroje por lástima al reposo.
Cavemos cada tarde el agujero después de haber ganado nuestro pan.

Que en esa tierra hay hueco para todos: los pobres y los ricos.
Porque en la tierra hay un regalo para todos:
los débiles, los fuertes, las madres, las rameras.
Caen de bruces. Caen de cabeza o sentados.
Por donde más les pesa su persona, todos caen y caen.
Aunque el cajón sea lustroso o de cristal. Aunque las tablas
sin cepillar parezcan una cáscara rota con la semilla reventada.

Todos caen y caen, y van perdiendo el bulto en su caída,
¡hasta que son la tierra milenaria y primorosa


A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro

Bésense en la boca, lésbicas
baudelerianas, árdanse, aliméntense
o no por el tacto rubio de los pelos, largo
a largo el hueso gozoso, vívanse
la una a la otra en la sábana
perversa,
y
áureas y serpientes ríanse
del vicio en el
encantamiento flexible, total
está lloviendo peste por todas partes de una costa
a otra de la Especie, torrencial
el semen ciego en su granizo mortuorio
del Este lúgubre
al Oeste, a juzgar
por el sonido y la furia del
espectáculo.
Así,
equívocas doncellas, húndanse, acéitense
locas de alto a bajo, jueguen
a eso, ábranse al abismo, ciérrense
como dos grandes orquídeas, diástole y sístole
de un mismo espejo.
De ustedes
se dirá que amaron la trizadura.
Nadie va a hablar de belleza.

Poema El Fornicio
de Gonzalo Rojas




Te besara en la punta de las pestañas y en los pezones, te turbulentamente besara,
mi vergonzosa, en esos muslos
de individua blanca, tocara esos pies
para otro vuelo más aire que ese aire
felino de tu fragancia, te dijera española
mía, francesa mía, inglesa, ragazza,
nórdica boreal, espuma
de la diáspora del Génesis, ¿qué más
te dijera por dentro?
¿griega,
mi egipcia, romana
por el mármol?
¿fenicia,
cartaginesa, o loca, locamente andaluza
en el arco de morir
con todos los pétalos abiertos,
tensa
la cítara de Dios, en la danza
del fornicio?

Te oyera aullar,
te fuera mordiendo hasta las últimas
amapolas, mi posesa, te todavía
enloqueciera allí, en el frescor
ciego, te nadara
en la inmensidad
insaciable de la lascivia,
riera
frenético el frenesí con tus dientes, me
arrebatara el opio de tu piel hasta lo ebúrneo
de otra pureza, oyera cantar a las esferas
estallantes como Pitágoras, te
lamiera,
te olfateara como el león
a su leona,
parara el sol,
fálicamente mía,
¡te amara!

viernes, 22 de abril de 2011

AUTOESTIMA Qué difícil sos

PROBLEMAS CON LA AUTOESTIMA
Cuando el amor a sí mismo no es correspondido
La autoestima –ese registro a la vez tan íntimo y tan dependiente de los otros– es examinada con detalles por el autor de esta nota: “Por autoestima entendemos esa autoevaluación que expresa aprobación/desaprobación. La autoestima, como un sitio web, alguna vez estuvo en construcción, cada tanto es actualizada y está siempre on line, a menos que se tilde”.







Por Luis Hornstein *
La autoestima es una experiencia íntima: es lo que pienso y lo que siento sobre mí mismo, no lo que piensa o siente alguna otra persona acerca de mí. Mi familia, mi pareja y mis amigos pueden amarme, y aun así cabe la posibilidad de que yo no me ame. Mis compañeros de trabajo pueden admirarme y aun así yo me veo como alguien insignificante. Puedo proyectar una imagen de seguridad y aplomo que engañe a todo el mundo y aun así temblar por mis sentimientos de insuficiencia. Puedo satisfacer las expectativas de otros y aun así fracasar en mi propia vida. Puedo ganar todos los honores y aun así sentir que no he conseguido nada. Millones de personas pueden admirarme y aun así me levanto cada mañana con un doloroso sentimiento de fraude y un vacío interno.

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Todas las personas, aun las menos dadas a la introspección y a observar a los demás, tienen idea de lo que es la autoestima. En la autoestima participan no sólo sentimientos, sino también pensamientos y actitudes. Por autoestima entendemos esa autoevaluación que expresa aprobación/desaprobación. La autoestima, como un sitio web, alguna vez estuvo en construcción, cada tanto es actualizada y está siempre on line, a menos que se tilde.

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La autoestima es fuente de motivación. Permite afrontar situaciones adversas, porque posibilita la cicatrización rápida de las afrentas al amor propio. Todo fracaso es, desde el punto de vista emocional, doloroso. Cuando alguien se dice indiferente al fracaso, bravuconea. Así pues, el bravucón apela a la negación para no sentir miedo, pues el fracaso da miedo: implica una disminución de nuestras posesiones materiales o anímicas.

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La autoestima incluye facetas que tienen cierta autonomía. Es posible tener una buena autoestima en el terreno intelectual que contrasta con una frágil en lo afectivo. Puede variar en distintos planos: laboral, afectivo, intelectual, corporal, sexual. Es probable que un éxito o un fracaso en un sector tenga consecuencias en los otros. Es difícil que ciertas heridas narcisistas no irradien sobre otros planos. Por suerte, también irradian los logros.

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Mientras leo un libro, de algún modo lo relaciono con otros libros y con una idea mía de cómo debe ser un buen texto. Mientras alguien se percibe a sí mismo, sucede algo parecido. Pero con la autoestima sucede que lo percibido –el propio sujeto– es casi igual al perceptor.

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Los celos implican miedo. Miedo a perder una relación o un lugar privilegiado o exclusivo. Los celosos nunca disfrutan de su alegría: se limitan a vigilarla. André Comte-Sponville señala: “El envidioso querría poseer lo que no tiene y otro posee; el celoso quiere poseer él solo lo que cree que le pertenece”. Los celos patológicos se basan en una concepción errónea de lo que es una relación afectiva, tanto si es amorosa como de amistad. Esos celos parten de una concepción primitiva: amar consistiría en poseer, y aceptar el amor de un celoso o celosa sería aceptar la sumisión a su posesividad. “¿Quién es el tercero que camina siempre a tu lado, cuando cuento sólo estamos vos y yo juntos, pero cuando miro adelante por el camino blanco, siempre hay otros caminando a tu lado” (T. S. Elliot, La tierra baldía).

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Todos los bebés son prematuros. El cachorro humano es el más dependiente, tal vez porque no tiene que aprender a volar y cazar por su cuenta, sino que debe incorporar el mundo cultural, que se transmite por el habla y la escritura. La prematurez del niño, su indefensión, origina un apego duradero a los primeros objetos de amor, un deseo de fusión nunca saciado. En todo adulto perdura ese bebé prematuro que aspira a la unión total con el otro. Georges Bataille lo dice a propósito del erotismo. Cada ser es único, irrepetible; su nacimiento, su muerte y los acontecimientos de su vida interesan e implican a otros, pero se nace y se muere solo. Entre un ser y otro hay un abismo, que el erotismo tiende a anular.

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Las personas con baja autoestima parecen mansas, pero son muy quisquillosas. No soportan la crítica que les hace peligrar lo que tienen; en eso se parecen a los soberbios.

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El “síndrome del impostor” puede ser crónico en sujetos con baja autoestima, quienes suelen pensar que no están a la altura del reconocimiento logrado. Padecen una ansiedad permanente en el cumplimiento de sus tareas. Esta ansiedad los expone a estados depresivos aun a pesar de éxitos notables. Su incomodidad ante el éxito se basa en que éste les produce “disonancia cognitiva”, producto de la contradicción entre la idea que tienen de sí mismos y la mirada de los otros. Si bien necesitan los logros, les temen porque los colocan ante una enorme exigencia.

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Una baja autoestima tiene aspectos beneficiosos, porque la modestia favorece que aceptemos a los demás y sus puntos de vista. Por el contrario, una elevada autoestima puede hacer que el sujeto no escuche las informaciones del entorno y, si bien soporta mejor los fracasos, los atribuye a causas ajenas a él. Para evitar cuestionamientos, suelen rodearse de halagadores, lo que puede conducirlos a perder contacto con la realidad, fomentando actitudes omnipotentes.

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El infantilismo y la victimización son dos modos de la irresponsabilidad. Hay quien posa de superado, de despreocupado, cuando en realidad es un inmaduro perpetuo. Hay quien está tan por encima de la culpa que llega a autoproclamarse mártir. Legítima es la necesidad de protección: otra cosa es pretender, ya adultos, los privilegios del niño. El infantilismo combina una exigencia de seguridad con una avidez sin límites, y a la vez evita cualquier obligación. No renuncia a nada. No importa si el petróleo se agota, si el calentamiento global aumenta: soy un niño. La autovictimización es la tendencia a concebirse según el modelo de los damnificados; convertirse en inimputable. Pero defender mi autoestima, mi libertad, no equivale a colocar a los demás en estado de deudores respecto de mí.

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Traté mal a un amigo o al empleado que me atendió en el banco. No debiera, me digo, ir por el mundo atropellando a los demás. Siento un malestar. ¿Culpa o vergüenza? En la culpa, incide mi autocrítica; puede saldarse mediante un pedido de disculpa. En la vergüenza está en juego el qué dirán: qué dirán los otros y, también, qué diré yo de mí. A veces la vergüenza nace de mi propia mirada. No soy lo que esperaba. Incluso cuando nace de la mirada del otro, se arraiga en lo más íntimo. Es difícil de asir. Pertenece a la dimensión del ser, mientras que la culpa pertenece a la dimensión del hacer.

- - -La vergüenza devora las raíces de la autoestima en forma más corrosiva que la culpa. Puede amenazar o destruir la confianza. La otra cara de la vergüenza es el orgullo, propio de una autoestima lograda. Freud relacionó culpa y vergüenza: la culpa se genera cuando se transgreden las restricciones impuestas por el superyó, mientras que la vergüenza deriva de una distancia con el ideal. La vergüenza se diferencia de la culpa en que no se trata de una falta a propósito de un acto, sino de una mirada ante la cual la persona deja de ser digna.

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La vergüenza es producto de un psiquismo congelado; la soberbia, de un psiquismo impostado. La vergüenza inhibe la capacidad de acción y de imaginación. La soberbia encubre la vergüenza mediante la construcción de una imagen excepcional, única y omnipotente. La vergüenza es un sentimiento social –Robinson Crusoe, en su isla, no presenta vergüenza–. Concierne a aquello que constituye al sujeto como miembro de una sociedad, afirmando su singularidad y su pertenencia. Confronta al sujeto con la mirada del otro. Esta mirada puede obligar a hacer concesiones para mantener un vínculo con los otros. La vergüenza evita que el sujeto se separe de ciertas normas y valores propias de su grupo. Expresa conflictos en una sociedad que excluye a algunos de sus miembros. La vergüenza es índice del deseo de pertenecer a un grupo sin ser reconocido por él.

*Fragmentos de Autoestima e identidad. Narcisismo y valores sociales, que distribuye en estos días el Fondo de Cultura Económica.

miércoles, 20 de abril de 2011

LUGAR COMÚN


Mariasilvia Paschetta
Lugar común

Vuelvo al lugar común
de la palabra
donde se me persona
comunada
una voz compartida
con el otro
que conoce mi casa

Soy palabra común
reivindicando
ese lugar de ser
comunitaria
comunmente común
comunicante
persona para ser comunicada

Reniego
(voluntaria)
(terca)
reniego de la elit de la vanguardia
de la búsqueda estéril vaciada de emociones
la soledad sectaria de los creídos dioses
que no comparten nada

Vuelvo al lugar común
Elijo con partirme
Entramo lo común
en la palabra

sábado, 16 de abril de 2011

CENSURA EN LA PAMPA

CONTRATAPA

“Pampa Libre”

Por Osvaldo Bayer

Pampa Libre, el hermoso nombre. Pleno de sugerencias, propósitos y poesía. Era el nombre que los trabajadores rurales pampeanos le pusieron a su periódico anarquista allá por los años ’20. Algo épico. Sus luchas por la dignidad del trabajador de la tierra, por su cultura, por sus sueños, por una sociedad en libertad y en igualdad. Un escritor pampeano, Jorge Etchenique, ha publicado un libro sobre ese periódico y el movimiento libertario de aquella época en esas tierras verdes, planas y llenas de futuro. Un libro que hace a la historia del ser humano, a sus ideales, a sus sueños. Lo iba a presentar en la Feria del Libro de Buenos Aires el día asignado oficialmente a La Pampa, pero le dijeron: “No”. ¿Quién? Nada menos que el ministro pampeano, Néstor Torres. Así lo declaró la funcionaria de La Pampa que está a cargo del área de Cultura. Al mismo tiempo fue descartado el libro Edgar Morisoli, el poeta del Sur, de Ana Silvia Galán. Nada menos que Morisoli, el poeta de esos soles y noches pampeanas, de esas distancias y verdes, de esos silencios. Prohibir a un poeta. ¿Todavía ocurre eso en la Argentina, después del espanto de la desaparición de jóvenes y libros? Sí, en la Feria del Libro no podremos escuchar a ese poeta que escribió:

Esta es una provincia para querer de
a poco,
para encender de a poco sus lámparas
dormidas
y que el viento choiquero despabile su
llama
de antorcha peregrina,
mientras encueva el llanto su carapacho
oscuro
y sube cielo adentro la ternura
escondida.

Sugiero que como demostración de la verdadera democracia, en la Feria del Libro de Buenos Aires, todas las demás provincias, en su espacio, les den lugar a los escritores Etchenique y Morisoli para presentar sus libros. Sería un ejemplo de que la Argentina se aleja de los restos de aquella educación cursillista y de extremaunción con que se nos quiso acorralar en la falsedad de lo que está permitido y lo que está prohibido. ¡Pampa Libre para todos los argentinos!

Pero en nuestra tierra de selvas, pampas y aguas infinitas –y de ciudades confusas– ocurren también cosas muy positivas. Por ejemplo, esto sucedido en Azul. Los alumnos y los docentes –más los padres de los alumnos– votaron cambiar el nombre del colegio General Roca por el de Arbolito. Sí, increíble, pero pleno de coraje civil. Una noticia que hace temblar a toda la Historia instituida en el pasado desde el poder y nos dice que esa Historia también la hicieron los de abajo, los que jugaron todo por hacer valer la dignidad, la vida. Sí, Arbolito, el ranquel que puso fin a la vida del coronel Rauch, aquel militar europeo contratado por Rivadavia “para exterminar a los indios ranqueles”. Ese coronel que nos quiso imponer los principios occidentales y cristianos, y escribió ese comunicado que lo dice todo: “Hoy, para ahorrar balas hemos degollado a 27 ranqueles”. Y la sociedad argentina aceptó esa injusticia de la historia oficial y por eso una ciudad bonaerense se llama Coronel Rauch, para vergüenza de sus habitantes. De ahí que hoy tiene tanto valor para el sentido de la vida humana y de la ética de la Nación, que una propia población cambie el nombre de un colegio de ese otro genocida, Roca, por el del “indio” que, al no haber Justicia, hizo justicia con su propia mano.

Allí estaremos, en Azul, el martes próximo, para asistir al acto de cambio de nombre. Y por supuesto irán conmigo los miembros del conjunto de rock Arbolito, que han llevado a la juventud ese mensaje de no aceptar nunca la glorificación de los genocidas y sí reivindicar a los héroes del pueblo.

Pero también en la ciudad bonaerense de Coronel Rauch hay reacciones.

Por ejemplo, la entidad llamada “Arbolitos, espacio educativo para el desarrollo del arte”, una verdadera muestra de lo que es la búsqueda de la estética y de la ética a través de las formas y contenidos del arte. El nombre lo dice todo.

Esas cosas también ocurren en nuestra Ciudad de Buenos Aires. En momentos en que la Legislatura cordobesa le quitaba el nombre de Agustín Tosco a su avenida de circunvalación, en esta ciudad la Escuela Nº 2 del distrito 16 del barrio de Villa Pueyrredón pasó a tener el nombre del heroico dirigente obrero. El martes 31 de mayo se realizará el acto de imposición del nombre del querido Gringo Tosco. Todo por voluntad de los alumnos, docentes y padres de los alumnos. Uno de éstos pronunció palabras muy justas. Dijo que Villa Pueyrredón tenía un pasado obrero, con fábricas que ya no están y que por eso era muy justo lo de Tosco, porque recordaba a un obrero que supo representar a la gente del trabajo.

Pero, desde hace meses, nuestra ciudad es permanente prueba de una injusticia contra la cual no se hace nada, se mira hacia otro lado. Es el campamento de los qom (los tobas), que han venido desde Formosa para instalarse en el centro de Buenos Aires. Ahí, en la 9 de Julio y Avenida de Mayo. Ahí están, día tras día. Esperan la devolución de tierras que les fueron quitadas en “La Primavera”. Tierras ancestrales. Claro, se le dio preferencia a un particular que dijo haber comprado esas tierras, que desde hace siglos son comunitarias de esos pueblos originarios. Se los desalojó con violencia inaudita –dos muertos– y no les quedó otro remedio que eso: la protesta con la presencia en la Capital del país. Allí están. Es necesario buscar una solución. El diálogo. Reconocerles el derecho a la tierra donde viven desde generaciones. Dejemos de mirar hacia otro lado al pasar junto a ellos. Hay que seguir el ejemplo del Superior Tribunal de Justicia de Neuquén, que acaba de reconocer el derecho del pueblo mapuche sobre su tierra comunitaria y le dio un rotundo “no” a la empresa minera china que pretendía extraer cobre con gran consumo de agua y sustancias tóxicas en Campana Mahuida, zona habitada desde siglos atrás por la comunidad mapuche. Esto sí que es mirar hacia el futuro respetando los derechos históricos.

Este es nuestro país, pleno de contradicciones, pero también de hechos que podríamos calificar de heroicos. Que nos hacen recordar una vez más a aquella Pampa Libre con sus aspiraciones de lograr que esa tierra rica también fuera una tierra justa. Ojalá alguna vez logremos que esas dos palabras, “pampa libre”, puedan definir una Argentina para siempre; libre y justa, y generosa como nuestras interminables llanuras.

RUBEN DERLIS by Susana Martínez

Hoy me hace falta un corazón multiplicado, tal vez un poco menos mío, es cierto –pero qué importa eso–; un corazón a flor de piel, palpable como la angustia, la pena, la alegría, o como el grito que se deja entrever en el silencio. Un corazón visible por la calle: entre mis brazos como un ramo de flores, entre mis manos como un fruto tierno; recuperarlo de su oscuro recinto, ya nunca más llevarlo adentro, para que cada uno pueda hallar en él una esperanza, un saludo de amigo, un motivo de aliento. Hoy me hace falta un corazón distinto. Un corazón vestido de overol. Un corazón que huela a tinta y papel nuevo. Un corazón musical como el viento. Un corazón amigo como un libro. Un corazón con gorra, como los camioneros. Un corazón sin saco ni corbata. Un corazón valiente, transpirado, como el de los mineros. Un corazón que sea el corazón de todos. Un corazón juguete para los niños pobres. Un corazón domingo para los jornaleros. Un corazón albergue para los malheridos. Un corazón reposo para los campesinos. Un corazón mañana para los que hoy trabajan. Un corazón refugio para los perseguidos. Un corazón pañuelo para todo el que parte. Un corazón consuelo para los doloridos. Un corazón blindado para el soldado anónimo. Un corazón cartilla para los que no aprendieron. Un corazón recuerdo para los olvidados. Un corazón ausencia para los que se fueron. Estoy necesitando un corazón casi infinito, a la medida de mi anhelo. Para dejarlo aquí. Para llevarlo allá. Para traerlo acá. Para dejarlo allí. Multiplicado corazón que busco dentro del corazón mío: un corazón sin raza, sin color, sin idioma, que sólo respondiera a la palabra hombre cuando se lo llamara. Un corazón total, ilimitado, enteramente abierto hacia la vida de los otros. Un corazón inmenso. De todo cuanto digo estoy seguro: hoy no me basta el corazón que tengo. Rubén Derlis

miércoles, 13 de abril de 2011

GÉNERO Y JUICIOS II

SOCIEDAD › UN JUEZ DEJO PRESO A UN HOMBRE QUE QUEMO LA MOTO DE SU EX MUJER POR EL RIESGO DE QUE LE HAGA DAñO A ELLA

Inédito fallo contra la violencia machista
Un hombre incendió la moto de su ex esposa y rompió parte de su comercio. Fue detenido y el juez le negó la excarcelación porque la agresión se dio en un contexto de violencia de género. Y consideró que la mujer corre peligro. Opiniones sobre el fallo.
Por Mariana Carbajal

Por primera vez, un juez de Garantías negó la excarcelación a un hombre acusado del delito de “daños”, considerado penalmente leve, y que no tenía condenas previas, al contextualizar el hecho en la relación violenta que mantenía con su ex esposa y para protegerla a ella del riesgo de “femicidio”. “Entiendo que no sólo debe valorarse la inicial imputación que pesa sobre el nombrado, sino también –y más aún– las características especiales que le dan contexto de realización al hecho, esto es, la violencia familiar”, señaló el magistrado de Lomas de Zamora Gabriel Vitale al fundamentar su decisión. “Cuando la violencia familiar no es atendida por las instituciones se convierte en violencia institucional”, advirtió Vitale en diálogo con Página/12.

La resolución judicial fue elogiada por el juez federal de La Plata, Carlos Rozanski, un pionero en la Justicia en la lucha contra el abuso infantil y otras formas de maltrato. “Es un cambio de paradigma en la forma de decidir como juez y en la forma de comprometerse con la problemática de la violencia de género. Es inédito que se asocie un delito leve con la peligrosidad del individuo respecto de su ex pareja. La particularidad que tiene es que se trata de un caso de violencia hacia la mujer y el femicidio está presente como razón principal”, destacó Rozanski a este diario.

En el Observatorio de Sentencias Judiciales del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), que monitorean los fallos vinculados con cuestiones de derechos de las mujeres, indicaron a Página/12 que no registran antecedentes en el país de una resolución similar.

“No es lo mismo el daño que produce quien tira un piedrazo en una autopista que otro daño generado en un contexto de violencia familiar. Si uno analiza los homicidios por violencia familiar, siempre hubo lesiones previas”, señaló Vitale a este diario. No obstante, aclaró que cada caso debe resolverse desde su particularidad.

Vitale está a cargo del Juzgado de Garantías Nº 8 de Lomas de Zamora. En una resolución firmada el 30 de marzo denegó la excarcelación a un joven, de 31 años, identificado como D. E. C., imputado de quemar la motocicleta de su ex esposa y romper las vidrieras de un maxikiosco de su propiedad. El magistrado es además profesor de Derecho en las facultades de Trabajo Social y de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de La Plata. En 1999, cuando todavía no era juez, su nombre trascendió en la prensa, al denunciar a la empresa McDonald’s por discriminar a cuatro chicos de la calle, a quienes había invitado a comer en un local platense de la cadena de comidas rápidas.

Según consta en el expediente judicial, el 19 de marzo último, poco antes de las 12.30, D. E. C. tiró al suelo una motocicleta marca Cerro en la puerta de un maxikiosco ubicado en Villa Centenario, partido de Lomas de Zamora. El hombre arrojó sobre el vehículo tres sillas y una mesa de plástico y colocó un encendedor cerca de la nafta que se había caído del rodado y le prendió fuego, causando la destrucción total de la motocicleta. Luego golpeó con el puño la vidriera del comercio y la rompió. La moto y el maxikiosco son propiedad de su ex esposa, una joven de 28 años, con quien tuvo un hijo. Por el hecho, D. E. C. quedó detenido y fue acusado del delito de “daños”. La Defensoría Penal Nº 6, a cargo de Mónica A. Castronuevo, pidió su excarcelación, con el argumento de que si llegara a ser condenado, dado que no tenía sentencias anteriores y por las características del delito, la pena probable sería de “ejecución condicional”.

Sin embargo, el juez Vitale no analizó el ataque perpetrado por D. E. C. contra la motocicleta y la vidriera como hechos aislados. Tuvo en cuenta –y esto es lo inédito– que había lesionado a su ex esposa en varias oportunidades y también la había amenazado. El magistrado contó que la mujer hizo las respectivas denuncias –en los dos últimos años– y el Juzgado de Familia Nº 2 de Lomas de Zamora dictaminó –cuando todavía convivía la pareja– la exclusión del hogar del joven y la prohibición de acercarse a ella en un perímetro de 300 metros, que él no respetó. La mujer declaró ante el juez muy angustiada y contó que su hijo menor “se encuentra atemorizado” por lo que ocurrió frente al maxikiosco “y comenzará un tratamiento psicológico”.

Al negar la excarcelación de D. E. C., el juez Vitale consideró que “desconocer las denuncias realizadas por la víctima, el estado actual del niño, el incumplimiento de la prohibición de acercamiento, no hacen más que demostrar la incapacidad del Estado en poder abordar la complejidad de la problemática, transformando la violencia de género en violencia institucional. Es por ello que no encuentro por el momento alguna otra medida menos gravosa que la privación de la libertad para asegurar los fines del proceso y sus víctimas”.

En la resolución, el magistrado citó palabras del juez Rozanski, en una reciente columna de opinión publicada en Página/12, en la que advertía que una de las maneras “más tradicionales” de abordar los casos de violencia machista es tratarlos e investigarlos como “si fueran delitos comunes y sin características específicas”, cuando en realidad, “se comprueba que la mayoría de los femicidios tienen atrás una historia previa de denuncias y pedidos desesperados de ayuda nunca respondidos por quienes tienen la obligación de hacerlo”.

Para fundamentar la denegación de la excarcelación, en un caso de un delito leve, Vitale tuvo en cuenta que el Código Procesal Penal lo prevé si existe la posibilidad de que el imputado moleste a otros testigos, en este caso la ex esposa.

domingo, 10 de abril de 2011

GÉNERO Y JUICIOS

SOCIEDAD › PREMIOS Y ANTIPREMIOS A FALLOS JUDICIALES SOBRE IGUALDAD ENTRE SEXOS La justicia tiene género Por segunda vez, una organización internacional de mujeres promueve un reconocimiento a las sentencias que afectan positivamente a la equidad de género. Y un “antipremio” a los fallos más sexistas. Por Mariana Carbajal La primera condena que consideró como delitos de lesa humanidad las violaciones cometidas contra mujeres en centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar –dictada en junio en Mar del Plata– es uno de los 66 fallos de 22 países que están nominados en un concurso internacional que premia las mejores decisiones judiciales que afectan positiva –y negativamente– a la equidad de género. Para recibir el premio “Garrote”, a las resoluciones más sexistas, compite otra sentencia argentina, firmada en febrero por la Sala 1 del Tribunal de Casación bonaerense, la misma que esta semana fue cuestionada por absolver por corrupción de menores a un pastor evangélico porque las víctimas eran pobres. El fallo nominado benefició a un hombre condenado por abuso sexual doblemente agravado por acceso carnal y por el vínculo en perjuicio de sus dos hijas, a quien se le redujo la pena de 24 a 16 años, al eliminar algunos agravantes contemplados en la sentencia de primera instancia, como el hecho de haber puesto a las niñas en riesgo de quedar embarazadas o contraer infecciones de transmisión sexual al haber eyaculado dentro de ellas (ver aparte). El concurso es la tercera edición de los Premios de Género y Justicia al Descubierto 2011, organizados por la ONG de derechos humanos con sede en Colombia, Women’Link Worldwide. Las sentencias que compiten son propuestas por el público. Se incluyen aquellos fallos relacionados con derechos sexuales y reproductivos, violencia de género y discriminación por cuestión de género. También en el sitio web se puede votar hasta el 25 de abril por los fallos más sexistas y las mejores decisiones que promuevan la equidad de género: se entregará un premio al más votado por el público en ambas categorías. Además, un jurado integrado por el magistrado español Baltasar Garzón, la periodista y escritora mexicana Lydia Cacho y la abogada belga experta en derecho penal internacional Patricia Sellers seleccionará a los ganadores. Los tres pronunciamientos o decisiones más sexistas recibirán Garrote de bronce, plata y oro, y los tres fallos que más promuevan la equidad de género recibirán Mallete de bronce, plata y oro. El objetivo del concurso es dejar en evidencia las decisiones discriminatorias y aquellas que garantizan la igualdad entre varones y mujeres dictadas por cortes. Entre los nominados hay fallos de tribunales internacionales y locales. Todos los casos propuestos entrarán a formar parte del Observatorio de Género y Justicia de Womens Link Worldwide, que ya cuenta con un análisis de más de 400 sentencias judiciales de todo el mundo relacionadas con temas de género. Las decisiones ganadoras serán anunciadas el 2 de junio de 2011 en una ceremonia que se llevará a cabo en Madrid. Algunos de los nominados al premio Mallete son: - Un fallo unánime de la Corte Suprema del Reino Unido que sostuvo por primera vez que a los solicitantes de asilo gays y lesbianas se les debe conceder la condición de refugiado, si su retorno resultaría en tener que ocultar su orientación sexual. La resolución es del 7 de julio de 2010 y tuvo que ver con el pedido de asilo de dos homosexuales, uno de Irán y otro de Camerún, que argumentaron que si eran devueltos a sus países de origen se enfrentarían al riesgo de persecución. Tanto en Irán como en Camerún es un delito punible mediante encarcelamiento y, en el caso de Irán, con pena de muerte, que adultos, con consentimiento, participen en actos sexuales con personas del mismo sexo. - El Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que España estaba en violación de la directiva de trato igualitario, al conceder licencia parental a las madres empleadas, pero no a los padres cuando la mujer no es empleada. La resolución es del 20 de septiembre de 2010 y forma parte del creciente reconocimiento por parte de cortes europeas de la necesidad de que haya igual distribución en la crianza. - La Corte Constitucional de Bolivia sentenció que un hotel violó los derechos fundamentales de una empleada al despedirla por ser VIH positiva. El empleador había solicitado información a la Caja Nacional de Salud. El organismo le informó que la mujer era seropositiva, a pesar de que las leyes garantizan la confidencialidad de la información. El hotel suspendió el seguro médico de la mujer y de forma oral le dijo que la razón de su despido era que tenía VIH. Sin embargo, la carta con la que la despidieron afirmaba que eran razones administrativas. La demandante presentó un reclamo a la Dirección del Trabajo para solicitar que se le restituyera su empleo, pero su planteo fue rechazado con el argumento de que el hotel corría el riesgo de que los huéspedes contrajeran VIH. La sentencia de la Corte Constitucional es de 2006. - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó a la Corte Interamericana que se concedan reparaciones integrales a la jueza Karen Atala, a la que la Corte Suprema de Chile le quitó la custodia de sus hijas con el argumento de su orientación sexual. Atala es lesbiana. La CIDH determinó que se violaron sus derechos a la familia y la vida privada por haber perdido la custodia y cuidado de sus hijas. La resolución es del 17 de septiembre de 2010. - En India, el Tribunal Superior de Nueva Delhi dictaminó que no se le debe negar tratamiento médico a ninguna mujer embarazada independientemente de su estatus socioeconómico y ordenó la compensación por violaciones a los derechos sexuales y reproductivos y constitucionales de dos mujeres pobres que murieron como resultado de negligencia en la prestación de cuidados maternos. El fallo es de junio de 2010. El pronunciamiento respondió a dos casos. La primera petición fue presentada en nombre de Shanti Devi, una mujer india en situación de pobreza, quien murió como resultado de que se le rehusó cuidado prenatal adecuado a pesar de que era elegible para recibir cuidados gratuitos bajo los esquemas subsidiados por el Estado. En 2008, fue obligada a llevar en su vientre un feto muerto por cinco días después de que se le negara tratamiento médico en varios hospitales porque su esposo no tenía una tarjeta médica. En enero de 2010, Shanti Devi murió inmediatamente después de dar a luz en su casa a una bebé prematura. En la segunda petición, el Tribunal ordenó a la Corporación Municipal de Delhi a pagar una compensación de 50.000 rupias (aproximadamente 1000 dólares) a una mujer llamada Fátima por violación de sus derechos fundamentales por haberse visto obligada a dar a luz debajo de un árbol.

viernes, 8 de abril de 2011

MARAVILLOSA CLARICE


CONTRATAPA - viernes 8 de abril de 2011


Había una vez un pájaro

Por Juan Forn


Tom Jobim fue a visitar al maestro Vilalobos. El maestro estaba en su estudio, escribiendo sobre la tapa del piano, mientras en el resto de la casa había un griterío imposible. Jobim le preguntó cómo podía trabajar así. Vilalobos contestó: “El oído de afuera no tiene nada que ver con el oído de adentro”. Clarice Lispector tenía el oído de adentro tan permanentemente prendido, que parecía estar siempre en otra. Es tristemente célebre que un día de 1967 se durmió con un cigarrillo prendido y se prendió fuego y se salvó de milagro. Igual de famoso es su terrible mito de origen. “Mi madre estaba enferma, y por una superstición muy difundida se creía que tener un hijo curaba a una mujer de su enfermedad.” La enfermedad era sífilis y se la habían contagiado los soldados rusos que la violaron, en Ucrania, durante los desmanes posteriores a la guerra civil bolchevique. Lispector fue concebida deliberadamente para eso: para curar a su madre. Ya estaban huyendo a América. “Pararon en una aldea llamada Tchechelnik para que yo naciera y siguieron viaje.” El plan era llegar a Brasil. Llegaron a Recife y muy pronto se hizo evidente que la madre no se había curado. Moriría cuando Clarice tenía nueve años. “Siento hasta el día de hoy esa culpa: me hicieron para una misión determinada y fallé. Sé que mis padres me perdonaron por haber nacido en vano. Pero yo no me perdono.” Difícil toparse en la vida o en los libros con una persona tan enamorada a la vez de la vida y de la muerte como Clarice Lispector –salvo quizás Isaac Bashevis Singer, pero la gracia incandescente de Lispector es que sea mujer, además de judía ucraniana brasileña–. Si me conceden una breve incursión por la autopista de las generalizaciones, nadie entiende mejor el precio de la vida, en todos sus sentidos, que un judío. Y nadie entiende mejor la paga de la vida que un brasileño. Si esas dos naturalezas convergen en alguien, y no se neutralizan, se potencian de manera inconcebible. Uno de sus traductores, Gregory Rabassa, dijo una vez: “Si Kafka fuera mujer y brasileña, si Marlene Dietrich escribiera...” Yo lo diría así: no hay nada más glorioso que una mujer loca de amor por la vida, y nada más pavoroso que una loca de amor por la muerte. Lispector era las dos. Reaccionaba con todo su cuerpo a cada primavera (“Siento un perfume de polen en el aire. Tal vez sea mi propio polen”), era capaz de salir a la calle un día de sol después de una gripe y no poder contenerse de decir, a quien quisiera escucharla: “Qué lindo es estar con los demás”. Y a la vez escribir: “Después de morir no se va al paraíso: el paraíso es morir. Lo que llamo muerte me atrae tanto que sólo puede calificarse de valeroso el modo en que, por solidaridad con los otros, me aferro a lo que llamo vida y, a pesar de la intensa curiosidad, espero”. Me faltó contar que el padre de Clarice también murió cuando ella y sus hermanas eran adolescentes. Ya vivían en Río para entonces. Clarice se las rebuscó para estudiar derecho, mientras trabajaba de secretaria y después de periodista, a los 22 se casó con un diplomático y estuvo veinte años cumpliendo ese triste papel en destinos varios europeos, hasta que se divorció y volvió a Brasil con sus dos hijos (uno esquizofrénico) y se instaló en el departamento entre Leme y Copacabana en el que viviría hasta su muerte en 1977. Había empezado a publicar sus libros rarísimos cuando era esposa de diplomático. Los siguió publicando cuando volvió a Brasil. Además, aceptaba el trabajo que fuese para parar la olla. Tradujo (con legendaria desidia) novelas de Agatha Christie y Simenon y Anne Rice. Escribió, con seudónimo, un consultorio sentimental en el que sólo recomendaba el uso de productos Ponds (era la marca que financiaba la columna). En la pared de aquel living en Leme tenía un retrato que le hizo De Chirico en Roma, en 1941 (no era a De Chirico a quien debió haber conocido, sino al hermano loco del pintor, que es el secreto mejor guardado de la literatura italiana, pero siempre pasan esas cosas: Duchamp pasó al lado de Gombrowicz en el Tortoni y ninguno de los dos lo registró, ninguno sabía quién era el otro). Creía en la magia, en cualquier magia. Nadie describió mejor que ella la relación con los ansiolíticos (“Cuando tomo una pastilla no oigo mis gritos. Sé que estoy gritando pero no me oigo”). Torturaba a los amigos por teléfono en medio de la noche. Mentía como nadie, y decía la verdad como ninguno. Eso se hizo evidente en 1967 cuando aceptó hacer una columna semanal, cada sábado, en el Jornal do Brasil. Sus amigos, su editor, todos le dijeron lo que tenía que hacer: “Sea usted misma”. Ella, que se había pasado la vida preguntándose “si yo fuera yo, qué haría”, pidió a sus lectores: “Avísenme si empiezo a convertirme en demasiado yo misma”. Les dijo también: “Hoy sólo quería escribir, y serían dos o tres líneas, sobre cuando un dolor físico pasa. De cómo el cuerpo agradecido, todavía jadeando, ve hasta qué punto el alma es también el cuerpo”. Y también: “Me siento tan cerca de quien me lee”. La leían los taxistas y los filósofos, los juerguistas que miraban hacia su ventana a ver si había luz, cuando pasaban por su calle, y las vecinas que le dejaban de regalo ollas de moqueca de pulpo recién hecha. Escribió durante seis años esa columna, cada sábado. Dijo en una de ellas: “Quiero que los otros comprendan lo que jamás entenderé”. Les enseñó a los brasileños que se podía pensar sin ser racional (“Estoy habituada a no considerar peligroso pensar. Pienso y no me impresiono. Pero no soy intelectual, ni racional. Eso es usar sobre todo la inteligencia, y yo no hago eso: lo que uso es la intuición, el instinto. Voy a ver una película y no entiendo, pero siento. ¿Voy a verla de vuelta? No, no quiero arriesgarme a entender y no sentir”). Estaba tan impresionada por los ojos tristes del joven Chico Buarque que quiso ayudarlo. El le dijo: “Rece por mí. No importa cómo. Porque tengo la secreta certidumbre de que usted está más cerca de Dios que yo, a pesar de lo maliciosa que es con El”. Ella le contestó desde una de sus columnas: “Son las cuatro de la madrugada y es una hora tan bella que cualquiera que esté despierto está de algún modo rezando. Así que yo estoy rezando por ti, Chico”. Sus hijos se quejaban de que nunca les contase un cuento que empezara Había Una Vez; la acusaban de no ser capaz. Ella dijo que sí era capaz. Y esto es lo que le salió: “Había una vez un pájaro. Dios mío”. Hay quien lamenta el triste destino de esos dos hijos. Yo creo que no ha de haber estado nada mal vivir al lado de una madre capaz de decir: “A medida que los hijos crecen, la madre debe disminuir de tamaño, pero la triste tendencia es seguir siendo enorme”. Una madre que confesaba: “Siempre fue y será una fiesta para mí cuando se rompe en casa un termómetro y se libera la gota gorda de mercurio plateado contenida en él, ese núcleo indomesticable”. El corazón del mundo le latía en el pecho. Se murió un día antes de cumplir 52 años. Había una vez un pájaro. Dios mío.


Imagen: Revista Archivos del sur

miércoles, 6 de abril de 2011

NUNCA PODRÁ HABER OLVIDO NI PERDÓN

EL PAIS › PABLO DIAZ DIO SU TESTIMONIO AYER EN LA CAUSA SOBRE EL PLAN SISTEMATICO PARA APROPIARSE DE HIJOS DE DESAPARECIDOS. Parir en el Pozo de Banfield El sobreviviente de La Noche de los Lápices dio detalles del cautiverio que compartió con Gabriela Carriquiriborde, una desaparecida que pusieron en su celda para que la cuidara hasta que diera a luz. Habló de otras dos embarazadas. Por Alejandra Dandan Acababan de preguntarle si para los guardias la situación de las embarazadas podía pasar inadvertida. Pablo Díaz dijo que no. Que a tal punto no pasaban inadvertidas que a ellos, que eran los más chicos, los secundarios de 15 o 16 años, les dieron el trabajo de cuidarlas. “Y una vez, (el médico represor Jorge) Bergés entró diciéndoles a los guardias que respondan a nuestros llamados, que las embarazadas en el centro clandestino eran como las ‘joyas de la abuela’.” Pablo Díaz llevaba tiempo en el Pozo de Banfield, en una celda a la que por sus dimensiones no se atreve ni siquiera ahora a nombrarla así. Permanecía tirado en el piso. Había sido secuestrado en la madrugada del 21 de septiembre de 1976, a pocos días de otros estudiantes secundarios de La Plata, lo que después se recordó como La Noche de los Lápices. Pasó por el pozo de Arana y después por ese espacio que reconoció años más tarde, en Banfield, donde no le hicieron más interrogatorios porque los que estaban ahí sólo esperaban el turno para morir. Ayer volvió a contar su historia ante el Tribunal Oral Federal 6, esta vez a la luz del juicio por el plan sistemático de robo de bebés. En los Tribunales de Retiro habló de tres embarazadas de las que supo o con las que tuvo contacto, entre ellas Gabriela Carriquiriborde, a quien pusieron en su celda a comienzos de diciembre de 1976 hasta que llegó el momento del parto. “Cuando cerraron la puerta lo primero que vi fue esa figura muy chiquita, casi de mi edad, de 21 o 22 años, con vendas y sogas que le colgaban –dijo Pablo–. Me habían dado los trapos para que la limpie. Le salía líquido de la vagina. Ella se limpiaba y me daba los trapos. Y cuando venían los guardias, les pedía que me los cambien para seguir limpiándola.” Estaban en el último piso del centro clandestino. Hasta entonces, Pablo había permanecido todo el tiempo atado, las manos en la espalda, la venda que al comienzo era un pulóver a esa altura eran algodones apretados con una cinta elástica. Comía una vez cada tanto. En 90 días se bañó dos veces. Hacía mucho calor, estaban desnudos, los guardias les robaban las ropas. El miedo le impidió hablar en voz alta durante los primeros quince días de su estadía en el centro. Cuando lo hizo, preguntó en voz alta por los que estaban ahí. Empezó a darse cuenta de que estaban muchos militantes de la UES, entre ellos Claudia Falcone, ubicada en la celda de atrás, del otro lado de la pared. Cuando Gabriela entró a su celda supo que en algún lugar estaba su marido: “Estoy con mi esposo, llamalo por favor”, me dice. –¡¡Jorge!! ¡¡Jorge!!” Dijo Pablo, y alguien contestó. –¡Yo estoy con Gabriela, tu esposa! ¡Y voy a cuidarla! Pablo nunca vio a Jorge, aunque varias veces hablaron a la distancia. Tenía que limpiar a Gabriela y darle de comer. Bergés le había dicho que golpeara las puertas cuando empezaran las contracciones. Que llamara inmediatamente a los guardias. Como Pablo no sabía qué eran las contracciones, preguntó a la cadena de voces: “¿Cuándo empiezan? ¿Cómo nos damos cuenta?” “De pronto empecé a golpear la celda porque Gabriela decía: ‘¡Ahí viene mi hijo! ¡Viene mi hijo!’. Yo me asusté. Todos nos desatamos, y empezamos a golpear las puertas porque le venía el hijo, porque lo quería tener”. La guardia también gritó. “Yo estaba sin la venda, entraron, me tiran contra la pared, yo ya no caminaba; estaba casi arrastrándome, me tiraron y me dijeron: ‘Vos vendate’.” En ese momento, sacaron a Gabriela arrastrándola en algo con ruido a chapa. Alguno gritaba: ¡Llamen al doctor! ¡Llamen a la Jefatura! ¡Llévenla a la sala de parto! “Yo le seguía gritando a Gabriela que se calme, y en un momento, cuando la iban a bajar se cae de la chapa y hace ruido, la guardia se pone como loca: ¡Nos van a matar a todos si le pasa algo!” La fiscalía y las querellas buscaron que Pablo diera cuenta de la sistematicidad de esas prácticas. Ahí encontró sentido la frase sobre “las joyas de la abuela”. O las medidas de precaución que los guardias tomaban con las embarazadas. O un testimonio de Bergés en el que les dice a los guardias que si quieren divertirse usen a las chicas, pero que no toquen a las embarazadas. O los datos sobre el área de partos que funcionaba en el lugar. La defensa intentó argumentar que Bergés era quien tomaba las decisiones sobre esas mujeres y sus cuerpos. Cuando el ruido pasó, terminó el relato Pablo, de pronto se hizo un silencio: “Todos nos quedamos como llorando, y al rato escucho el llanto de un bebé”. Cuando volvieron los guardias, les preguntaron qué había pasado. “Nos dijeron que nos quedáramos tranquilos: ‘La vamos a llevar a una granja. ¡No saben lo que es la granja! ¡Está bárbara! ¡Ahí tienen de todo, es lo mejor que les podía pasar!’ Así que brindamos –dijo Pablo–, nos pusimos contentos: y nunca más volvimos a saber de ellos”. Durante el tiempo que estuvo con Gabriela, Pablo supo poco de su vida. “No hablábamos de eso –dijo–, ella me decía: ‘Pablo, vas a ser el padrino’”. Jugaban. Gabriela le agarraba la mano y la ponía en la panza. “Decile a Jorge que lo escuchás”, le pedía. Y entonces Pablo volvía al juego de las voces: –¡Jorge, lo escucho! –¡Está latiendo! –-¡Se está moviendo! Y Jorge respondía: Cuidala, decía. Limpiala. Después del parto, dejó de escuchar a Gabriela, al niño, pero también dejó de escuchar a Jorge. “De repente no tengo más registro, ni su voz ni su presencia.” Seis días después, una embarazada llegaba a la celda de otra prisionera. Era Stella Maris Montesano de Ogando, que en esos días dio a luz a su hijo, pero en su caso volvió al pabellón. Estaba infectada, le habían dicho que se llevaban a su hijo a un lugar para que pudiera estar mejor, y le dejaron el cordón umbilical. “¡No puede ser!”, le decía Pablo a Claudia pared de por medio. Stella Maris tenía una infección que ni siquiera estaba revisando el médico represor. Dos días antes de Navidad, entró una nueva parturienta. En este caso la llevaron a la celda de Claudia Falcone. Era Cristina Navajas de Santucho, Pablo Díaz la vio de filón el día en el que dejó el centro clandestino, el 26 de diciembre de 1976, cuando les pidió a los guardias despedirse de Claudia Falcone. “Me ponen enfrente de Claudia, cuando cierran la puerta me levanto el pulóver y la veo desnuda, atada y ahí es cuando me dice que nunca iba a poder ser mujer porque la habían violado... teniendo 16 años.” Pablo pasó dos meses más como desaparecido antes del blanqueo en la Unidad 9 de La Plata. Tiempo después entendió qué significaba la palabra desaparecido, cuando envió a una de sus hermanas a la casa de los Falcone, intentando avisarle a Claudia que él no estaba libre sino que seguía detenido.

domingo, 3 de abril de 2011

¿LIBERTAD DE EXPRESIÓN? CENSURA EN LA PAMPA

FERIA DEL LIBRO: Censuran dos libros.
El Ministerio de Educación de la provincia no permite que "Pampa Libre. Anarquistas en la pampa argentina", de Jorge Etchenique y "Edgar Morisoli, poeta del sur", de Ana Silvia Galán, sean presentados en La Feria del Libro, el día asignado oficialmente a La Pampa. Según una fuente irefutable, la Subsecretaría de Cultura elevó al Ministerio una lista de cuatro libros que consideró destacados, por su importancia y solidez, para ser presentados en esa jornada. La funcionaria que está a cargo del área de Cultura, Mónica Dell Acqua, adujo que por decisión del ministro Néstor Torres, de la nómina debían descartarse esas dos obras. Cabe señalar que ambas fueron editadas por "Voces" de la CPE. En nuestra condición de escritores, consideramos que la causa de la medida está en el orden ideológico, debido a la naturaleza conservadora de este gobierno provincial. Sabido es que el macartismo no anida en un partido definido, pero como a lo reaccionario se suma en este caso una ignorancia supina, es conveniente aclarar que "Pampa Libre..." trata de movimientos anarquistas que tuvieron su desarrollo en La Pampa entre 1915 y 1930 en sus más diversos aspectos: periodístico, sindical, cultural, etc. y que "Edgar Morisoli..." es un ensayo sobre la cualidades literarias de nuestro "poeta del sur". No sería descabellado solicitarle a los funcionarios que conozcan la historia de su provincia o un mínimo de literatura pampeana, pero suponiendo que no les interese, censurar esta presentación es el resultado de una mediocridad alarmante, oscura, nada menos que en un área donde debería prevalecer el pluralismo. En cambio, es éste un ejemplo de conductas inquisidoras que, en otros contextos que se lo permiten, los lleva a desaparecer ediciones enteras o a pasarlas por los efectos "purificadores" del fuego. Suscribimos este texto: Consejo Directivo de la Asociación Pampeana de Escritores Comisión Directiva de la Biblioteca "Edgar Morisoli" Juan Carlos Pumilla Guillermo Herzel Edgar Morisoli Jorge Etchenique Atilio Germani Muruma Lucero Jose Carlos Depetris Natividad Ponce Elda Duran Francisco Alvarez siguen las firmas... COMUNICADO DE PRENSA La Asociación Pampeana de Escritores (APE) y los escritores que firmaron el texto ya dado a conocer, desean compartir las conmovedoras señales de solidaridad recibidas por parte de sus pares de la Argentina. Así lo hicieron: Bruno Di Benedetto, Jorge Oriola, Pablo lo Presti, Hugo Castagno, Rebeca Pajón, Julia Chaktoura, Sergio Pravaz y Ernesto Maggiori de CHUBUT; Juan Rithner, Ramón Minieri, Liliana Campazo y Clara Vouillat de RIO NEGRO; Marcelo Valko, Norberto Zuretti, Elsa Lombardo, Arnaldo Chavidoni y Hernán Scandizzo de CAPITAL FEDERAL; Elda Durán, Rubén Lucero y Elizabeth Carpi de CORDOBA; Luis Balderrama de PCIA. DE BUENOS AIRES; Nora Bruccoleri y Colectivo Cultural “La Hidra”de MENDOZA. Cabe señalar que a la nómina inicial se sumaron también otros escritores pampeanos como Walter Cazenave Ana María Lassalle Agueda Franco Elena Auguet Olga Liliana Reinoso y profesionales de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam, como María Silvia Di Liscia Ana Rodríguez Mirta Zink Nilda Redondo Pedro Cuello. Todos ellos, acompañan su adhesión con palabras de aliento y asumiendo como propia, la afrenta sufrida por la censura ministerial. Por otra parte, nos sentimos en la obligación de refutar la falacia esgrimida de que se estaba en proceso de selección, cuando todas las evidencias indican, que la misma estaba cerrada con el descarte de los dos libros propuestos. También es una afrenta hasta del sentido común, esgrimir que para una hora y media de presentación sólo es viable un sólo libro. La realidad indica que en anteriores ocasiones fueron presentados hasta seis, ocho y más obras en ese lapso. Esta presentación, que es anual, se realiza en el día asignado a La Pampa en la feria, que este año es el 6 de mayo. Para este acto han sido censurados los dos libros: “Pampa Libre” de Jorge Etchenique y “Edgar Morisoli Poeta del Sur” de Ana Silvia Galán. Además, entendemos, que el tema de la Feria del Libro merece un tratamiento más amplio, sin embargo es nuestra opinión que La Pampa tendría una mayor consideración nacional, si la provincia que posee recursos suficientes, organizara todos los años un Stand digno, durante todo el desarrollo de la feria.- 3 DE ABRIL DE 2011.-