lunes, 29 de marzo de 2010

Enviado por Estela Filippini

La docencia no debe ser un sacrificio

SEÑOR DIRECTOR:
Los ministros de educación están muy preocupados por el elevado ausentismo docente. Soy docente y rara vez falto a clase. También soy mujer y tengo familia y rara vez escapo de las obligaciones que esto conlleva. Estoy frente a alumnos siete horas por día para lo cual necesito por lo menos dos horas más por día para preparar mis clases y corregir las tareas de mis alumnos. A diario enfrento mis alumnos con alegría, muy a pesar de los problemas que tenga en casa o los problemas que planteen los padres que a la hora de exigir son verdaderos profesionales. Aun así, ni la tristeza, ni el enojo, ni el agotamiento pueden notarse. Les pregunto a los lectores ¿Qué hacen cuando los supera la situación y se enojan? ¿Gritan, se van a dar una vuelta, ponen música, golpean la mesa? Los docentes no podemos hacer ninguna de esas cosas.La docencia es una práctica que genera stress. Nuestros alumnos, sus hijos, necesitan que se les preste atención todo el tiempo. Cuántas veces escucho a los padres decir que ya no saben qué hacer, que por favor empiecen las clases, que ya no soportan a sus hijos. ¿Y cuantos hijos tienen. Uno, dos, tres? Nosotros los docentes tenemos cientos de alumnos. Con sus problemas, sus familias a cuestas, sus realidades, sus necesidades, sus dificultades. El ausentismo docente esta relacionado con la cantidad de horas que estamos frente a alumnos, con la cantidad de alumnos que tenemos, con la cantidad de horas que nos imponemos una sonrisa y una paciencia digna de un monje budista a pesar de todo.Si los ministros están tan preocupados por el ausentismos docente tienen que empezar a observar la relación entre remuneración, obligaciones y condiciones laborales. Después de todo cobrar 1300-1400 de básico y tener la obligación de formar a sus hijos, los futuros ciudadanos de este país es un chiste. ¿Qué quieren de nosotros? ¿Que nos sacrifiquemos por sus hijos, por ustedes y por el país? ¿Ustedes lo hacen, lo harían? No, gracias. De ninguna manera. Yo docente, no estudie para cura. La docencia no debe ser un sacrificio, ni un apostolado. Es un trabajo clave para la sociedad, como tantos otros, sólo que pésimamente valorado y remunerado.MARIA LAURA GOMEZDNI 24.314.522
Tribuna del lector - Diario La Arena

Como todos saben, yo hace casi dos años que me jubilé, pero cada vez que leo algo así, que sufrí infinitamente en carne propia, no puedo menos que sentir que se me estruja el estómago y adherir de la manera que sea a estos reclamos que son CIERTOS. Hasta que las autoridades no entiendan esto, la educación -caballito de batalla en todas las campañas- no va a mejorar. Y si no, que vayan "ellos" a dar clase, mientras nosotros les resolvemos el problemita apoltronados en una oficina con aire acondicionado y hasta podemos alarmarnos por el ausentismo que van a tener. Olga Liliana Reinoso

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