Si tu muerte y mi muerte se abrazaran
tal vez
este error llamado vida
dejaría de equivocarse tanto
y volveríamos a nacer
sin el maldito pecado
que erosiona, impiadoso,
la ternura.
Y tu risa sería un colibrí
borracho de colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida. Te deseo mucha suerte.