lunes, 24 de diciembre de 2012

VERSIONES NAVIDEÑAS



Cuentan los opinólogos y todólogos del siglo XXI, que a fines del 2012, año cargado de presagios, profecías y noticias acerca del fin del mundo, achacadas a los mayas: no había alcanzado con el exterminio, también tenían que endilgarles el apocalipsis.
Cuentan, digo, que de la luna llena se desprendieron dos lágrimas gigantescas, una era de nevisca, la otra de agua caliente. Y fueron a derramarse, no por casualidad, la primera en el hemisferio Sur y la segunda en el Norte.
Más allá de los cataclismos, huracanes, tsunamis, maremotos, terremotos, inundaciones, sequías, meteoritos ambulantes, asesinos seriales, violadores reincidentes, borrachos al volante, violencia de género y todos los etc. que oséis imaginar, una ola de calor invadió el Norte del Planeta, produciendo el caos más gigantesco del que se tiene memoria antes o después del Big Bang y produjo tal estado de confusión entre los sobrinos del Tío Sam que todo el mundo occidental y cristiano estuvo a punto de suspender la Navidad.
¿Qué iban a hacer con las toneladas de comida de altas calorías? ¿Darles el gusto a los sudacas y latinos en general que ahora las pedían a gritos –y con razón, motivo y fundamento- porque hasta en las ninfómanas tierras caribeñas las temperaturas no llegaban a 0 grado?
Algo tenían que hacer, además de anunciar en los titulares de todos los diarios y noticieros que Bin Laden había resucitado y nuevamente se trataba, este descalabro, de un atentado terrorista provocado por el Islam y la puta madre que los parió.
Entonces, desde Barack Obama (en pleno panic attack) hasta el chofer de Miss Daysy, marcharon a los estudios de Walt Disney para revisar la filmografía, hablar con los guionistas y de paso releer a Ray Bradbury para encontrar una solución al tremendo problema del cambio de identidad.
De pronto, apareció Robin Williams protagonizando a Patch Adams y  gritó en spanglish: Mi tener the solution.
Todos quedaron paralizados sin animarse a preguntar.
Robin Patch rompió the silent: this problema is very fácil. Vamos a convertir the America en a clock.
-          ?????????????????????
-          Ponemos manecillas en el world`s culo, lo hacemos girar y listo el chicken.
-          ¿Dónde quedar the world`s culo? – gritó la horda en pleno, contagiados del síndrome de Babel.
-          In Argentine, of course.
La risotada fue tan fuerte que movió unos centímetros el eje terrestre. De inmediato, el Ejército, la Armada y la Aviación de los united state of América se aprestaron a tomar posesión de la city de los buenos aires.
Pero los argento, que pueden ser cualquier cosa menos boludos, y con el fresquete que hacía, tenían todos los braseros encendidos, recordaron de inmediato las invasiones inglesas, que de la historia argentina era lo único que registraban porque los hacía quedar como lo piolas que pretendían ser, cagaron a baldazos  de agua caliente y aceite hirviendo a yanquilandia, con lo que reavivaron el calentamiento global y los norteamericanos empezaron a recibir urgentes SMS con la noticia de que nevaba en Washington D.C. Maltrechos y con quemaduras de tercer grado rajaron hasta el pentágono para llegar justo antes de que diera la medianoche.
En Argentina colapsó el sistema eléctrico y salieron a relucir los abanicos y zambullidas en las piletas ya descongeladas.
Al día siguiente, no había un alma en las calles, entre los 40º grados y los chochamu durmiendo la mona.
El 26 de diciembre, el mundo entero amaneció con amnesia. Y el 2013 arribó sin novedades en el frente.Foto: VERSIONES NAVIDEÑAS

Cuentan los opinólogos y todólogos del siglo XXI, que a fines del 2012, año cargado de presagios, profecías y noticias acerca del fin del mundo, achacadas a los mayas: no había alcanzado con el exterminio, también tenían que endilgarles el apocalipsis. 
Cuentan, digo, que de la luna llena se desprendieron dos lágrimas gigantescas, una era de nevisca, la otra de agua caliente. Y fueron a derramarse, no por casualidad, la primera en el hemisferio Sur y la segunda en el Norte.
Más allá de los cataclismos, huracanes, tsunamis, maremotos, terremotos, inundaciones, sequías, meteoritos ambulantes, asesinos seriales, violadores reincidentes, borrachos al volante, violencia de género y todos los etc. que oséis imaginar, una ola de calor invadió el Norte del Planeta, produciendo el caos más gigantesco del que se tiene memoria antes o después del Big Bang y produjo tal estado de confusión entre los sobrinos del Tío Sam que todo el mundo occidental y cristiano estuvo a punto de suspender la Navidad. 
¿Qué iban a hacer con las toneladas de comida de altas calorías? ¿Darles el gusto a los sudacas y latinos en general que ahora las pedían a gritos –y con razón, motivo y fundamento- porque hasta en las ninfómanas tierras caribeñas las temperaturas no llegaban a 0 grado?
Algo tenían que hacer, además de anunciar en los titulares de todos los diarios y noticieros que Bin Laden había resucitado y nuevamente se trataba, este descalabro, de un atentado terrorista provocado por el Islam y la puta madre que los parió.
Entonces, desde Barack Obama (en pleno panic attack) hasta el chofer de Miss Daysy, marcharon a los estudios de Walt Disney para revisar la filmografía, hablar con los guionistas y de paso releer a Ray Bradbury para encontrar una solución al tremendo problema del cambio de identidad.
De pronto, apareció Robin Williams protagonizando a Patch Adams y  gritó en spanglish: Mi tener the solution.
Todos quedaron paralizados sin animarse a preguntar.
Robin Patch rompió the silent: this problema is very fácil. Vamos a convertir the America en a clock.
- ?????????????????????
- Ponemos manecillas en el world`s culo, lo hacemos girar y listo el chicken.
- ¿Dónde quedar the world`s culo? – gritó la horda en pleno, contagiados del síndrome de Babel.
- In Argentine, of course.
La risotada fue tan fuerte que movió unos centímetros el eje terrestre. De inmediato, el Ejército, la Armada y la Aviación de los united state of América se aprestaron a tomar posesión de la city de los buenos aires. 
Pero los argento, que pueden ser cualquier cosa menos boludos, y con el fresquete que hacía, tenían todos los braseros encendidos, recordaron de inmediato las invasiones inglesas, que de la historia argentina era lo único que registraban porque los hacía quedar como lo piolas que pretendían ser, cagaron a baldazos  de agua caliente y aceite hirviendo a yanquilandia, con lo que reavivaron el calentamiento global y los norteamericanos empezaron a recibir urgentes SMS con la noticia de que nevaba en Washington D.C. Maltrechos y con quemaduras de tercer grado rajaron hasta el pentágono para llegar justo antes de que diera la medianoche.
En Argentina colapsó el sistema eléctrico y salieron a relucir los abanicos y zambullidas en las piletas ya descongeladas.
Al día siguiente, no había un alma en las calles, entre los 40º grados y los chochamu durmiendo la mona.
El 26 de diciembre, el mundo entero amaneció con amnesia. Y el 2013 arribó sin novedades en el frente.Foto: VERSIONES NAVIDEÑAS

Cuentan los opinólogos y todólogos del siglo XXI, que a fines del 2012, año cargado de presagios, profecías y noticias acerca del fin del mundo, achacadas a los mayas: no había alcanzado con el exterminio, también tenían que endilgarles el apocalipsis. 
Cuentan, digo, que de la luna llena se desprendieron dos lágrimas gigantescas, una era de nevisca, la otra de agua caliente. Y fueron a derramarse, no por casualidad, la primera en el hemisferio Sur y la segunda en el Norte.
Más allá de los cataclismos, huracanes, tsunamis, maremotos, terremotos, inundaciones, sequías, meteoritos ambulantes, asesinos seriales, violadores reincidentes, borrachos al volante, violencia de género y todos los etc. que oséis imaginar, una ola de calor invadió el Norte del Planeta, produciendo el caos más gigantesco del que se tiene memoria antes o después del Big Bang y produjo tal estado de confusión entre los sobrinos del Tío Sam que todo el mundo occidental y cristiano estuvo a punto de suspender la Navidad. 
¿Qué iban a hacer con las toneladas de comida de altas calorías? ¿Darles el gusto a los sudacas y latinos en general que ahora las pedían a gritos –y con razón, motivo y fundamento- porque hasta en las ninfómanas tierras caribeñas las temperaturas no llegaban a 0 grado?
Algo tenían que hacer, además de anunciar en los titulares de todos los diarios y noticieros que Bin Laden había resucitado y nuevamente se trataba, este descalabro, de un atentado terrorista provocado por el Islam y la puta madre que los parió.
Entonces, desde Barack Obama (en pleno panic attack) hasta el chofer de Miss Daysy, marcharon a los estudios de Walt Disney para revisar la filmografía, hablar con los guionistas y de paso releer a Ray Bradbury para encontrar una solución al tremendo problema del cambio de identidad.
De pronto, apareció Robin Williams protagonizando a Patch Adams y  gritó en spanglish: Mi tener the solution.
Todos quedaron paralizados sin animarse a preguntar.
Robin Patch rompió the silent: this problema is very fácil. Vamos a convertir the America en a clock.
- ?????????????????????
- Ponemos manecillas en el world`s culo, lo hacemos girar y listo el chicken.
- ¿Dónde quedar the world`s culo? – gritó la horda en pleno, contagiados del síndrome de Babel.
- In Argentine, of course.
La risotada fue tan fuerte que movió unos centímetros el eje terrestre. De inmediato, el Ejército, la Armada y la Aviación de los united state of América se aprestaron a tomar posesión de la city de los buenos aires. 
Pero los argento, que pueden ser cualquier cosa menos boludos, y con el fresquete que hacía, tenían todos los braseros encendidos, recordaron de inmediato las invasiones inglesas, que de la historia argentina era lo único que registraban porque los hacía quedar como lo piolas que pretendían ser, cagaron a baldazos  de agua caliente y aceite hirviendo a yanquilandia, con lo que reavivaron el calentamiento global y los norteamericanos empezaron a recibir urgentes SMS con la noticia de que nevaba en Washington D.C. Maltrechos y con quemaduras de tercer grado rajaron hasta el pentágono para llegar justo antes de que diera la medianoche.
En Argentina colapsó el sistema eléctrico y salieron a relucir los abanicos y zambullidas en las piletas ya descongeladas.
Al día siguiente, no había un alma en las calles, entre los 40º grados y los chochamu durmiendo la mona.
El 26 de diciembre, el mundo entero amaneció con amnesia. Y el 2013 arribó sin novedades en el frente.

2 comentarios:

  1. Interesante espacio el tuyo,
    que disfrutes estas fiestas.
    ¡Feliz Navidad!
    un saludo.

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    Respuestas
    1. Gracias. De dónde sos? Conocí una familia Miñana en Embajador Martini, La Pampa.

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Bienvenida. Te deseo mucha suerte.