lunes, 3 de octubre de 2011

DOS AL HILO









la misma sensación despellejada
la piel en el rescoldo aún arde en la vejez del fuego
qué maravilla, Freud, qué vacaciones
soñar, siempre soñar, nos resucita.



Mar adentro
velamen destrozado
náufrago mascarón de proa
desorillada niebla
graznido incertidumbre
así me fui
solísima
de esa inmensidad que llaman vida
la carne desohojada
los labios destruídos por el último beso.

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